Mi hogar no es una granja de criaturas mágicas

Capítulo 1: El mago Augusta

Augusta vestía camisón, tenía el pelo desordenado y los ojos todavía dormidos. El cepillo de dientes le colgaba de la boca y la pasta de dientes le cubría los labios. Abrió la puerta, confundido, y se quedó mirando al mensajero impaciente que sostenía una caja gigantesca fuera de su casa.

"Su paquete y carta, señor." El mensajero empujó con rudeza una carta a Augusta y le puso un bolígrafo debajo de los ojos. "¡Por favor, fírmalo!"

Augusta tomó la pluma y garabateó su nombre. El mensajero parecía tener rencor contra la hoja de ruta; se lo arrancó, lo puso en las manos de Augusta y cerró la puerta de un portazo.

¡Qué mala actitud! Augusta buscó el nombre de la compañía exprés en la hoja de ruta, prometiendo en su corazón que les diría a todos que nunca los usarían en el futuro.

El paquete y la carta eran de su amigo Cavaldien. Era una caja grande, lo suficientemente grande como para caber en un cuerpo. ¿Qué cosa extraña envió ese tipo?

Murmurando, la maga Augusta caminó hasta el baño y dejó caer la carta en la mesa de café de la sala de estar. Después de lavarse los dientes en el baño, se lavó la cara y llegó a la cocina sin afeitarse. Abrió el refrigerador solo para encontrar nada más que filas de leche enlatada.

Tal vez pueda inventar algo para comer. Augusta cerró la puerta del frigorífico con tristeza y luego rechazó la idea. Es demasiado molesto desperdiciar magia en cosas tan pequeñas como el sésamo y el frijol mungo. Lilianna había venido a visitarnos ayer y le preparó una gran cena. Queda medio pollo asado. Tomaré eso para el desayuno.

Puso el pollo asado en el microondas. Si Cavaldien hubiera visto lo que estaba haciendo, habría gritado: '¡Te avergüenzas de tu título de mago, usando un horno de microondas en lugar de magia! ¿Cómo puedo conocer a un amigo como tú? ¡No te conozco! Por favor, actúa como si no me conocieras más tarde. ¡Gracias!' Ajá, eso es genial. La próxima vez, debería invitar a Cavaldien a venir. Yo personalmente le demostraré dieciséis métodos sencillos de cocción en microondas delante de él: ¡instrucciones como las estándar!

Unos minutos después, Augusta abrió la carta. Cavaldien lo había escrito y el tono era tan malo como él.

Querida Augusta,

Recientemente, me sorprendió escuchar que allanaron su casa. Estoy enojado por este desafortunado accidente y simpatizo profundamente con usted, que ha sido duramente golpeado.

Como he estado en un viaje de negocios recientemente, que no se puede visitar su casa en persona (la palabra había sido tachado) y veo que (la palabra también había sido tachado). Por eso, me gustaría enviar un pequeño obsequio.

Suyo obedientemente,

Cavaldien

PD: Si puedes manejar los problemas mensuales de este chico, te prometo que será el perfecto guardia de casa.

Augusta solo sabe que hay dos especies de criaturas en el mundo que causan problemas una vez al mes. Uno era una mujer y el otro era un hombre lobo. Supuso que Cavaldien estaba hablando de esto último porque no cree que las mujeres puedan ser tratadas como "él" o que una mujer defendería su propiedad. Según lo que había visto y oído de algunas de sus novias, debería estar agradecido de no haber perdido todas sus cosas.

El mago arrugó tranquilamente la carta de su amigo en una bola, la aplastó en su palma y convocó una llama para quemarla hasta convertirla en cenizas. Cavaldien es una persona de buen corazón, pensó. Me dio un hombre lobo como guardia de seguridad. Él es tan amable. La próxima vez debería invitarlo. Incluso lo cocinaré y lo serviré yo mismo y pondré todas las cosas en la sartén en su molesta boca.