capítulo once; seal.

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farah.

había pasado una semana desde aquella experiencia algo extraña e incómoda con jimin.

aun no podía sacar de mi cabeza los pechos descubiertos de la chica y las manos de jimin sobre ellos, dios, qué asco.

hablaremos luego.

jimin dijo eso antes de irse, y yo me quedé como idiota esperando a que me llamara para hablar, pero su llamada nunca llegó.

no lo veía en la universidad para nada, ni con hoseok en recesos, ni entre clases, tampoco a la salida. nada de nada, parecía que había desaparecido.

no me había atrevido a ir a su casa, porque no tenía porqué hacerlo, el que quería hablar era el, no yo.

aunque bueno, si quería hablar un poco, pero no iba a aceptarlo.

— farah, pon atención.

asentí a yoongi, quien me picoteó el brazo derecho.

al término de la clase, ambos salimos hacia la cafetería, y lo primero que hice fue buscar a jimin con la mirada, pero no lo encontré.

bufé mientras me dejaba caer en una de las sillas del lugar, puse mi lonche sobre la mesa y sin ganas, lo abrí.

yoongi a mi lado, comía en silencio mientras escuchaba música en sus audífonos.

— ¿no crees que jimin se esté saltando clases, o si?

yoongi negó.

— no, jimin es responsable con la escuela.

— no lo he visto últimamente. — murmuré.

mi amigo se quedó callado por unos segundos, como si estuviera pensando en alguna mentira para decirme. pero vamos, yoongi no podía mentirme.

— tal vez le pasó algo, no lo sé, no he hablado con el.

— ¿y no te preocupas por si le pasó algo?

yoongi negó.

— siempre lo hace, está bien.

— ¿siempre hace qué? ¿se desaparece del radar por días siempre?

yoongi continuó comiendo, y supe que no iba a decirme nada, así que cuando vi a hoseok entrar a la cafetería, me puse de pie y jalé a yoongi conmigo.

este último me gruñó.

me acerqué a hoseok con una pequeña sonrisa, el nos saludó igual y terminó por acercarse a nosotros igual.

— hola, chicos. — sonrió — ¿qué cuentan?

— ¿sabes de jimin?

mi pregunta lo tomó por sorpresa, tanto que rascó su nuca un poco nervioso mientras sonreía.

— ah, jimin, creo que ya se fue.

— ¿estaba aquí? — dije al instante — ¿ha estado viniendo?

el asintió confundido. — jimin nunca falta.

asentí con torpeza.

— no lo he visto últimamente.

soul tells 색상 ; park jimin.Where stories live. Discover now