soul tells 색상 ; park jimin.

capítulo doce; lava.

farah.

ceño fruncido.

mandíbula apretada.

manos empuñadas.

sacudida nerviosa de pierna derecha.

palmeo compulsivo contra la mesa.

párpados caídos.

mirada perdida.

no sabía qué mierda le pasaba a jimin, pero estaba en ese estado desde hacía mucho, y yo me moría de la impotencia por no poder ayudarlo.

en recesos, podía ver cómo salía a paso rápido de su salón y se plantaba al fondo de la cafetería mientras se sumergía en sus libros. cuando el receso terminaba, se levantaba y compraba una botella de agua, para después regresar a su salón y terminar las clases.

al final, salía del salón, subía a su auto, y se iba.

no se despedía, no hablaba con nadie, no nada. era como si jimin fuera un maldito fantasma, y yo era la única que podía verlo.

yoongi decía que le diera tiempo, que esa era una actitud normal en él, y que si jimin me había dicho que no me metiere en sus asuntos personales, respetara su decisión.

namjoon decía que jimin cada vez hablaba menos, y que en realidad si le preocupaba un poco.

taehyung simplemente decía que jimin era su mejor amigo, y que lo apoyaba sin pensarlo.

no entendía muy bien el punto de cada uno, pero mierda, ellos sabían algo que yo no.

solo me quedaban dos últimas opciones después de todo lo que intenté; lo bombardeaba con mensajes que dejaba en visto, o simplemente ni siquiera abría. le compraba algunos bocadillos, los cuales me agradecía con una sonrisa leve, o gritaba su nombre desde lejos solo para saludarlo y hacerlo reír.

en fin, mi última opción era hoseok.

hoseok era la persona más incrédula, no sabía mentir y eso lo había descubierto durante las últimas semanas. sus orejas se enrojecían cuando decía mentiras, así que podía usar eso a mi favor.

solo tenía que ganarme su confianza como para invitarlo por algún café y persuadirlo para que me dijera qué pasaba con jimin.

pero no pude encontrarlo en todo el día, así que mi plan se iba a posponer.

ahora me encontraba afuera del estacionamiento de la universidad, esperando a que jimin saliera por las grandes puertas mientras se dirigía a su auto, y se iba.

planeaba seguirlo.

sí, llámenme loca, pero en serio tenía que saber qué le pasaba.

me escondí detrás del auto de alguien cuando vi que salió a paso rápido y llegaba a su auto con rapidez.

vi cómo un par de chicas lo saludaban, y él, casi con pesadez, les sonrió amable.

quise aventarles mi botella de soda de limón en ese momento.

jimin finalmente subió a su auto, y arrancó. caminé a paso rápido detrás suyo, y gracias a dios, parecía no tener ni siquiera ánimos de conducir, pues iba lento y no lo perdía de vista.

minutos después, reconociendo el camino por donde iba, me di cuenta de que iba a su casa, así que me tomé el camino con un poco más de calma.

sentí escalofríos cuando escuché pisadas extrañas detrás de mi, y me asusté cuando me di cuenta de que nadie venía detrás mío.