Los personajes de One piece no me pertenecen son todos propiedad de Eiichiro Oda.
-Aaaaaaaa, ¡Cómo tarda ese maldito autobús!- se quejó por décima vez la chica pelirroja.
-no te desesperes Nami recuerda que ella dijo que debido a las malas condiciones de la carretera el viaje iba a tardar más de lo normal.
Genso pensaba que aquello relajaría a la joven un poco, pero lo único que causó fue que la muchacha lo miraba con cara de tiburón malhumorado.
...cinco minutos después...
- ¡¿Pero qué mierdas está esperando ese jodido autobús para aparecer?!- gritó con desesperación a los pocos minutos de intentar calmar a su inquieta hija de 20 años. Ambos comenzaron a maldecir y a patear el suelo mientras miraban cual perros rabiosos a la entrada de la estación.
Una leve risa interrumpio la rabieta de ambos obligándolos a mirar hacia la peliazul, quien ya había comenzado a derramar lágrimas por tal niñería.
Nojiko apenas podía soportar la carcajada que luchaba fuertemente por salir de su boca, pero prefería mil veces guardarla para el momento en que, ella, cruzara por el umbral.
Nami y Genzo prosiguieron con su divertido berrinche de culpar y maldecir aleatoriamente el retraso del autobús, su atención estaba tan centrada en ello que olvidaron por completo percatarse de la puerta.
El sonido constante de las ruedas de la maleta siendo arrastradas por el piso llegó a los oídos de los tres, todos giraron hacia la puerta de la estación; hubo un silencio entre ellos, Genzo trago saliva, Nami sentía que el corazón se le saldría del pecho y Nojiko sintió un sudor incómodo recorrerle el rostro. Las puertas se abrieron de par en par y los pasajeros que ya habían bajado del autobús pasaron uno tras otro. Los tres miraban con atención cada rostro que emergía desde el edificio pero ninguno era el que ellos esperaban.
-cabello cobrizo color caramelo-repetía Nami entre dientes una y otra vez.
-ojos verde avellana, piel clara- decía Genzo al tiempo que su vista iba de una fotografía al rostro de las personas que salían por la puerta de la estación.
Nojiko movía los ojos de un lado a otro, sin perder de vista a nadie, su concentración era tal, que parecía estar en un concurso de pin pong y al igual que el jugador no deja de ver la bola, ella no dejaba de mirar los rostros.
Fue poco el tiempo que miraron desfilar gente por la puerta, en menos de cinco minutos el pasillo por el que se salía de la estación había quedado desierto y sus puertas cerradas nuevamente. Ahí fue entonces que Nojiko bajó la cabeza y explotó.
—¡Maldito autobús de mierda ¿a qué hora piensa llegar?, voy a volverme vieja!—gritó con desespero mientras pateaba el suelo mostrando los dientes.
Enzo y Nami observaban la escena sorprendidos al principio, pero, a los pocos segundos comenzaron a reír bajamente.
Los tres estaban tan entretenidos en sus papeles que no se percataron de la hermosa joven con cabellos caramelo y ojos avellana, la cual ya había atravesado el umbral cargando una sutil maleta negra..
-¿Nami, Nojiko?- pronuncio la chica con dulzura.
Al instante los tres prestaron atención a la voz, poco había que decir pues los tres rostros dejaron la rabia a un lado y pasaron a derramar lágrimas en el mismo instante que miraron a la joven..
La cabellera ondulada y cobriza se deslizaba suavemente por debajo de su espalda, el color claro de su piel resaltaba bajo aquel overol azulado y desgastado, todo en ella era como lo recordaban incluso esos enormes pero brillantes y bellos ojos verdes avellanados.
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Kokoa para Katakuri
FanfictionDespués de estar trece años separada de su familia Kokoa , la hermana menor de Nami y Nojiko regresa nuevamente a su hogar. Llena de ilusiones y con la esperanza de borrar la tristeza de su pasado decide aplicar para una beca en la carrera de repos...