Historias Inéditas [ItaDei]

Cuando dejé una marca en tu cuello

No recuerdo bien como llegamos a esa situación, tenía fiebre.

Tuve un accidente con uno de los venenos de Sasori, no me mató porque me trataron a tiempo pero las secuelas eran inevitables. Tendría fiebre alta por tres días... pero no recuerdo que día fue en el que pasó.

Lo que si recuerdo a la perfección es el momento en el que tenía a Deidara sobre mi, lo sujetaba de la cintura y lo estrujaba contra mi pelvis. El desviaba la vista avergonzado y forcejeaba inútilmente para escapar, eso solo lo hacía cada vez más lindo.

-Acercate -le dije -Estoy muy débil para levantar mi cabeza... y si uso mi mano escaparas.

Deidara se sonrojo aún más y vocifero algo que no recuerdo, pero mi insistencia pareció funcionar porque comenzó a acercar su rostro lentamente al mío.

Su mirada era como la de alguien que prefiere tragarse un pez vivo a estar en esa situación, era algo graciosa. Y, cuando ya estubo a centímetros de mis labios, me apresuré a deborar su boca con todas las fuerzas que tenía (que no eran muchas).

El jadeaba y movía su lengua contra la mía mientras yo profundizaba el beso hasta rozar con mi lengua su paladar y hacerlo estremecer, gemía en mi boca y ya me estaba poniendo duro, pero no podría hacer mucho en mi situación

Nos separamos y el me miró, me llamó la atención su sonrisa ladina -¿Te excitaste por solo un beso? ¿Acaso eres vírgen?

Quería reír, pero en vez de eso deslicé una de mis manos por su espalda hasta llegar a su nuca. Con mi pulgar empujé su quijada hacia un lado, haciéndolo ladear la cabeza dejando al descubierto su cuello.

Acerqué mi boca y lamí la piel blanca, succione, mordí y bese con lujuria; Deidara gemía y susurraba mi nombre. Creo que un gruñido salió desde mi garganta cuando lo dejé ir.

La marca roja que combinaba con el rojo de su rostro me hizo feliz.