✖️The Way You Lie✖️ || Kookv

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Cansado. Jeon Jungkook estaba agotado mentalmente entre esas cuatro paredes, desde su mudanza a esa casa ostentosa el tiempo parecía correr a velocidad de caracol, trató de distraerse desempacando y acomodando su nueva cárcel. Mejor dicho, su nueva casa siendo vigilada por alguien que aún no conocía. Pero lo descubriría.

Joder que lo haría.

>>"Cada uno de tus movimientos serán seguidos y me informarán si cometes algún error, querido" dijo, su voz siendo tan calmada como siempre.

El menor le gruñó.

"¡No tienes derecho! ¡Ya no! Me echas de MÍ apartamento para enviarme a dónde tú querías y ahora me pondras un maldito espía. ¡¿Qué sucede contigo?!" le sostuvo la mirada a la mujer mayor a quien ni se inmutó por el cambio de tono en la conversación, ese fue el límite para él.

"Grita todo lo que te plazca, ya está hecho. Pero no te confundas, quien se encargará de mantenerme informada acerca de tí solo lo hará por cuatro meses. Es por la familia y tú seguridad" aseguró, dando una última al otro para luego voltear hacia la salida para irse de una vez. Pero una mano en su hombro la detuvo antes de dar un paso, las palabras que el contrario le susurró repitiendose incluso cuando esté ya se había ido.

"Mi seguridad nunca fue una prioridad para tí, madre. Ruega para que no descubra quien es la persona que contrataste" <<

Suspiró.

Era muy temprano para él como para andar recordando la mierda de familia que tenía. Mejor dicho, madre.

Jungkook se encontraba de frente a la mesada de la cocina, su comida estaba a unos minutos de estar lista y como apenas tiene los conocimientos básicos de como hacer unas diez  comidas decentes sin que estás se quemen, no sé arriesgaria a qué le pasé hoy. Una vez sirvió el *Japchae se dispuso a comer en silencio, mirando algunas publicaciones de sus amigos en su celular y algún que otro vídeo.

Estando a medio vídeo de "Diez cosas que no sabias hace cinco minutos" en la pantalla de su móvil apareció una notificación de mensaje de un número desconocido. Repitiendose cuatro veces seguidas hasta que desapareció.

Frunció las cejas.

Se limpió las manos un segundo antes de tomar el celular, entrando directamente a dicho mensaje, el número no lo reconocía y mucho menos entendió el por qué lo estaban invitando a una fiesta en un bar. Su primer pensamiento fue que el desconocido pudo haber confundido algún dígito en el número, pero lo descartó a los segundos cuando un nuevo mensaje apareció en el chat.

Releyó unas dos veces más, y cuando el estado de shock que tuvo despareció, sonriendo y tecleando algo en la pantalla antes de incorporarse de su asiento e ir casi corriendo hasta el segundo piso. Su celular quedando encendido sobre la mesada, aún dentro de la conversación dónde aparecía el último mensaje que recibió y su respuesta.

"No tengo trabajo está semana. Quiero volver a verte, Jungkookie"

"Te veré está noche. Pero no vuelvas a llamarme así"

El contacto ahora agendado como "M" fue lo último que resaltó antes de que la pantalla quedará en negro.

Por otro lado, en la habitación principal del lugar estaba Jungkook desacomodando todo su armario, la ropa que tomaba en sus manos de los colgadores no duraba más de cinco segundo ella antes de que terminara siendo lanzada a la pila de opciones descartadas sobre su cama. Nada lo convencía y digamos que su virtud no es ser alguien paciente.