Capítulo 1

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"Fines y comienzos"

Estaba plácidamente dormida cuando comienzo a escuchar mi alarma sonando. ¡Maldición! Tengo que levantarme si no quiero llegar tarde mi último día primer de universidad.

Me levanto desperezándome y camino hacia el baño de mi habitación. Tomo una ducha rápidamente y al salir, humecto mi piel y seco mi largo cabello color miel, haciéndome ondas en las puntas.

Voy hacia el vestidor y tomo un pantalón de vestir cintura alta, un top tipo corsé, un bléiser y zapatos, todo en color beige oscuro, excepto el top y los zapatos, que eran blancos.

Maquillo levemente mi rostro con un poco de máscara de pestañas, blush y brillo labial, me doy un vistazo en el espejo del vestidor y, conforme con el resultado, tomo mis libros y bajo a desayunar.

Al bajar, encuentro a mi adorada madre preparándome el desayuno tal y como me gusta: pancakes de avena bañados en miel, acompañados de café y jugo de naranja. Aunque el servicio podría ocuparse de ello, ella adora cocinar cada vez que puede.

- Buenos días madre, ¿cómo comenzó tu día?

Ella voltea a verme y sonríe. -Buenos días, cielo. Perfecto, siéntate y come tu desayuno, no queremos que llegues tarde en tu último primer día. - Nunca voy a cansarme de decir que mi madre es la mejor persona del mundo, le debo todo lo que soy a ella.

Nos sentamos a desayunar en el jardín y comenzamos a charlar sobre la nueva colección de Prada. Si bien podríamos desayunar en nuestro gran comedor, nos sentimos mejor haciéndolo aquí, en un entorno mas cálido.

Miro la hora en mi celular y me doy cuenta que tengo que ponerme en marcha. Rodeo la mesa hasta el lugar donde mi madre se encuentra y beso su sien - Te veo en la tarde, madre, ¡te amo!

- Buena suerte en tu primer día. Te amo más, cielo. - Salgo prácticamente corriendo de la cocina mientras saludo al personal de servicio que me cruzo.

Al llegar a la cochera, tomo del estante la llave de uno de mis autos favoritos, un Bugatti Veyron negro. Me lo regalaron por mi cumpleaños número 22. Al ser mi último primer  día, amerita sacarlo. Salgo de la cochera, recorriendo el camino de piedra hasta el gran portón. Una vez que salgo de la propiedad de mi familia, piso el acelerador, amo sentir la adrenalina que conlleva la velocidad.

En 15 minutos ya estoy ingresando al estacionamiento de Westwood, es decir, mi universidad. Estaciono y al salir, ya me encuentro con un par de conocidos y los saludo. Al ingresar al gran edificio, me reencuentro en los pasillos con muchos conocidos que no he visto durante todo el verano y voy saludando a todos. Al entrar al área común, observo a Maddie, Andrew, Ashton, Lynn y Harry conversando, enseguida me les uno y saludo a todos.

-¿Cómo están los amigos mas preciosos?¿Preparados para este gran fin de semana lleno de sorpresas? Créanme, organizé algo digno de nuestro calibre- Les comento con entusiasmo.

-Que raro de ti, ¿7am y ya estás hablando de fiestas? - Bromea Ashton divertido - ¿Pero de qué sorpresas hablas?

-Ay cariño, ya me conoces. Y con respecto a las sorpresas, si te cuento algo, deja de serlo - contesto sonriendo. Estoy de muy buen humor ya que nuestro amigo Nate, que se fue a vivir a Roma, viene de visita este fin de semana, pero me hizo prometer que no le diría nada a los chicos, quiere sorprenderlos- Cambiando de tema, díganme por favor que este año tenemos el mismo horario aunque sea en su mayoría. - Solo en el primer año nos tocó el mismo horario, en los siguientes tres, casi todos tuvimos asignaturas diferentes y siempre nos quejamos de ello.

-Déjenme ver sus horarios - Nos pide Harry. Se los entregamos y comienza a compararlos. Nos mira y sonríe - Tenemos casi el mismo horario, exceptuando en la última hora, ya que mientras nosotros tenemos Italiano, Allegra tiene Debate.

-Hey, eso no está nada mal - celebra Lynn.

-Es verdad, hubiese podido ser como en los años anteriores, eso era muuucho peor - La apoya Maddie, haciéndonos reír por alargar la "u".

Suena el timbre de inicio del primer período y vamos todos a nuestra clase. Nuestra primer asignatura es optativa, Historia Europea, luego tenemos Matemática Avanzada, después Contabilidad y por último yo tengo Debate y ellos Italiano. Nuestra mañana transcurre entre risas, charlas, y varias horas de clases.

Luego de nuestra tercera clase, decidimos salir a almorzar a un restaurante que queda en frente de Westwood. Hablamos acerca de las asignaturas que mas nos gustaron mientras almorzamos y debatimos sobre nuestros planes para el fin de semana, claro que yo ni si quiera menciono algo relacionado con Nate, van a amar verlo otra vez, todos lo extrañamos un montón.

Pagamos la cuenta y protesto porque tengo que separarme de ellos. Camino hacia el salón de Debate y al entrar, veo a algunos conocidos, Dan, Chase, John y Grace, con los cual tomo asiento. Ellos me cuentan que este año tenemos una nueva profesora, Esther, se rumorea que está un poco loca pero que es agradable y divertida.

Cuando todos los alumnos tomamos asiento, entra Esther y nos saluda a todos.

- Buenos días, chicos. Felicidades, hoy comienzan el fin - me mira directamente a los ojos, cosa que para ser sincera, me incomoda un poco, pero lo dejo pasar - de una hermosa etapa. Bueno, basta de charla, les tengo noticias emocionantes, este año, tendremos un proyecto especial. - Nos mira con una sonrisa - Seleccionaré a dos alumnos para que representen a esta clase en una reunión con cierta persona - Todos nos miramos interrogándonos con la mirada los unos a los otros - ¡No sean tan impacientes!, no he terminado. Esta persona, que descubrirán quién es recién al momento de la reunión, les hará una propuesta de negocios, que tendrán que decidir si aceptarla, rechazarla o renegociarla. Este proyecto, puede hacerlos aprobar con un Sobresaliente desde el día uno o hacerlos desaprobar por el resto del semestre.

Al decir eso, se forma una gran sonrisa en mi rostro, seré una de los representantes, pienso conseguir ese puesto si o si.

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