✒unico

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Las miradas fijas en él lo ponían muy incómodo, los cuchicheos y los susurros eran bastante evidentes, Jeon Jungkook sabía perfectamente lo que se decía de él en la universidad, no le molestaba, pues ya estaba acostumbrado a que las personas lo señalasen por la simple razón de vestir siempre de negro, y ni hablar de sus tatuajes, era como si fuera un delincuente cuando para él era arte en la piel, y eso no lo pensaba solo él, su novia amaba sus tatuajes tanto como a él, siempre se lo hacía saber.

Metió ambas manos en sus bolsillos tratando de hacer caso omiso a los murmullos a sus espaldas, pensó en Hannah y con una sonrisa en su rostro camino hacia el salón de su novia.

Hannah se encontraba feliz guardando sus pertenencias, faltaba poco para que la clase terminara así podía reunirse finalmente con su amado novio, estaba guardando las últimas hojas de su tarea cuando escucho lo típico de siempre.

—Esta Jeon otra vez afuera —Susurro una de sus compañeras, como si fuera algo obvio que estaba siendo escuchada, siempre decían lo mismo—. Ese chico da miedo, parece un delincuente —Hannah apretó sus puños, odiaba que hablaran de su novio de aquel modo tan horrendo—. Pareciera que acaba de salir de la cárcel —Hannah poso una mano en su frente, ya estaba cansada de aquello, azotó su bolso contra la mesa llamando la atención de las chismosas que siguieron hablando después de echarle un vistazo—. No entiendo como Hannah puede seguir siendo su novia, es obvio que lo hace solo por lástima —Suficiente, se dijo para ella misma antes de pasar por el lado del grupito empujando a la líder logrando que esta perdiera el equilibrio y callera al suelo—. Oye ¿qué diablos te sucede? Eres una salvaje —Se puso de pie sobándose el trasero.

—Eso es para que no se metan en donde nadie las llama, no hablen si no saben, ustedes saben abrir la boca y hablar pestes de alguien que no conocen en absoluto —Se acerco lentamente hacia Eun Bi y la encaro—. Escucho una vez más hablar esas babosadas de mi novio y no me contendré a partirte la cara —Dicho aquello se encaminó hacia la salida donde Jeon la esperaba con una sonrisa coqueta, Hannah beso sus labios antes de que este la tomara de la cintura y ambos se encaminaran hacia el vehículo de Jeon donde ambos subieron para dirigirse hacia el apartamento que compartían.

Hacía ya dos años que decidieron mudarse juntos, Hannah había convencido a sus padres, Jungkook les caía demasiado bien, era como un hijo para ellos y sabían que cuidaría muy bien de su hija, para su suerte sus padres lo conocían bien para no dejarse llevar por los comentarios negativos de las personas a su alrededor, aquella noche tenían una cena con su familia por lo que apenas llegaron Hannah tuvo que ducharse para arreglarse, no faltaba mucho para la cena, las horas pasaban demasiado rápido.

Ella se encontraba dándose los últimos toques a su maquillaje cuando sintió que la tomaban de la cintura, Jungkook posó su mandíbula en el hombro de Hannah dándole pequeños besos estremeciéndola.

—Ya es hora de irnos cariño, o se hará tarde —Murmuro apenas con los ojos cerrados debido a la agradable sensación que le provocaban los besos de Jungkook.

—¿Por qué no mejor cancelamos? —Hablo ronco en su oído—. Estamos pasándola bien —La apretó hacia él, Hannah pudo sentir su dureza en su espalda baja, mordió su labio—. Vamos bebé sabes que también lo quieres —Hannah suspiro, también lo deseaba, pero tuvo que morderse la lengua para no caer en la tentación, y con lentitud alejó las manos de Jungkook para luego darse vuelta y quedar cara a cara con su novio.

Le sonrió apenas antes de abrazarse a él.

—Lo lamento cariño, pero tendrás que esperar a más tarde, la cena es importante, no solo estarán mis padres, también mi tía que regreso de Argentina junto a su hija —Puchereo.

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