Tears of Gods

15

Los 4 nuevamente reunidos en aquel claro del bosque disfrutando un poco de la luz del sol y una brisa fresca hasta que el mayor se aclaró la garganta.

- Muy bien, ya que estamos todos reunidos, sigamos. - Observa como los tres pequeño se acomodan para prestar toda su atención a la historia -

Mientras un erizo negro de vetas rojas observa a un erizo azul cobalto de ojos verdes, ambos se lanzaban una mirada llena de odio que fue interrumpida por una eriza rosa quien se lanzó a los brazos de aquel erizo azul abrazandolo con fuerza, cosa que le dolió y molesto al azabache.

- Aléjate de ella - Se reincorpora observando con absoluto odio al que alguna vez juró lealtad -

- Ten más respeto - Habla la eriza observando al azabache con molestia - Estas ante la presencia del rey así que cuida tus palabras.

- Rose el ya no es Arturo, el es un demonio  - No importaba lo que le dijera la chica parecía no prestar atención a sus advertencias -

Los soldados del palacio comenzaron a rodear al azabache incluyendo al líder quien se puso frente al de ojos carmín observándolo con algo similar a una sonrisa.

- Cuanto tiempo Lancelot... - Al parecer el erizo grisáceo ya tenía un cuerpo físico la duda era saber como es que lo había obtenido -

- Lo mismo digo Mephiles... - observándolo de pies a cabeza - Parece que le has robado el cuerpo a alguien.

- No amigo mío... En realidad he renacido, a diferencia de ustedes yo ya tenía mis recuerdos desde que era un niño. - Riéndose levemente recordando la primera vez que se encontró con el azabache y este no lo había reconocido  -

- Como es que renaciste, nosotros nos habíamos hecho cargo de eliminarte...  - Habla el azabache observando al erizo viendo como este bajaba de su caballo -

- Bueno pensé lo mismo en su tiempo pero mi mitad demonio solo descendió a los infiernos aun tenia algo de poder solo que estaba muy débil por la batalla, así que comencé a ser la sombra del rey Arturo. - Explica brevemente con el gesto similar a una sonrisa -  Así que hicimos un trato, lo ayudaría a buscar a Nimue en el epoca que ella apareciera y a cambio me haría líder de su ejército además que solo uno de los guardianes de mayor rango podría traerlo de regreso a la vida y así es como estamos en esta situación.

- Que fue lo que hicieron a Rose, porque no me reconoce - Continua hablando mientras los demás se encargaban de liberar a las criaturas de sus jaulas -

- Eso es sencillo, solo de dije a Arturo lo que tenía que decir para que ella creyera que aún estábamos en el tiempo medieval y olvidará tu existencia así sería más fácil controlar su mente manipulable.

- Ahora mi querido traidor de la Corona, como puedes ver esta mujer es solo mía, no debiste meterte con algo que no te pertenecía. - Hace a un lado a Amy mientras se acerca al de ojos carmín - Debí haber imaginado que me traicionarías y que te llevarías a mi mujer en contra de su voluntad.

- En eso te equivocas Arturo, ella fue quien me pidió escapar, ella odiaba estar al lado de un rey narcisista que solo la quería mantener a su lado solo por sus celos enfermizos. - Habla escupiendo algo de veneno en sus palabras mientras observaba los ojos verdes del erizo cobalto - Además... Te recuerdo que le fuiste infiel en varias ocasiones, ¿creías que ella no se daría cuenta? Eres más estupido de lo que pensaba.

- El azulado gruñe molesto ante las palabras de su antiguo caballero hasta acercarse peligrosamente a él tomándolo del cuello de su chaqueta - No importa lo que digas ahora, para Nimue ahora solo eres un extraño que no le interesa conocer sobre su existencia... Así que mejor voy a eliminarte ahora para que no me causes problemas en el futuro que voy a gobernar junto a mi reina.

- Buena suerte con eso Guerrero traidor, tu sentido de justicia está corrompido por tus ambiciones sin sentido así que el que será eliminado serás tu. - Diciendo esto con un tono se orgullo mientras toma la muñeca del contrario apretandola con fuerza - No me das miedo así que ni siquiera intentes intimidarme pedazo de mierda. Y ya que estás vivo se me hará más sencillo asesinarte con mis propias manos.

Ambos erizos se lanzaban una asesina hasta que una explosión los hizo separarse y alertar a los soldados que estaban en el palacio.

- Pero antes de deleitarme con tu muerte necesito hacer entrar a alguien en razón - En cuanto termino de decir estas palabras desaparece ante los ojos del azulado para después darse cuenta de que Amy ya no estaba  tampoco, claramente la había secuestrado -

- ¡Busquenlos! ¡Y maten a todo el que se interponga pero traigan a Nimue con vida! - Es su voz se podía sentir la furia que tenía mientras observaba como los soldados se dispersan rápidamente para cumplir con la orden -

- Deja de hablar ya que habría comenzado a llover y algunos truenos comenzaban a hacer su aparición - Hora de irnos, parece que el clima sabe lo que se avecina ahora.

- Los pequeños asienten despidiéndose del mayor con un abrazo rápido, empezando a correr hacia sus casas -