[PAUSADA] 𝑨𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒕𝒊 ➳ 𝖗𝖞𝖔𝖒𝖊𝖓 𝖘𝖚𝖐𝖚𝖓𝖆 ;; 両面宿儺

- diez -

パジャマパーティー
× 𝖕𝖎𝖏𝖆𝖒𝖆𝖉𝖆 ×

Itadori's pov

Hacia bastantes días que _______ estaba comportándose de forma rara, no con todos, sino que solamente conmigo. Ella últimamente pasaba más tiempo con Nobara -habian logrado congeniar, algo que me sorprendió- que con los demás, y no interactuaba conmigo mucho más que para ir a mi habitación a dormir pues no tenían lista la suya todavía, o para hablar de cosas triviales en grupo.

Sentia que me estaba evadiendo, y no sabía por qué. Desde que fuimos a aquel edificio donde cada uno de nosotros había derrotado a una maldición no se la pasaba a mi lado como antes. Está bien que la ocasión es distinta, pues conoció a gente nueva y se lleva bien con ellos, pero quizá estaba tan acostumbrado a pasar casi todos los días con ella que al no verla al lado mío sentía que algo me faltaba.

Es más, sentía que hasta Sukuna estaba hablando mucho menos que antes. Habiéndome comido un par de sus dedos, ya tendría que tener más posesión sobre mi y querer tomar el control más frecuentemente, pero solamente escuchaba su voz en mi cabeza de vez en cuando, tarareando una canción. Se veía de buen humor, lo que me parecía sumamente raro. Cuando me hablaba siempre era para maldecirme y atormentarme con su voz.

Era un viernes a la noche, y habíamos acordado con los chicos -Megumi, Nobara y _________- que hoy haríamos una pijamada en mi habitación y mirariamos películas hasta que amaneciera.

El primero que llegó, puntual como siempre, fue Fushiguro. Lo recibí con una cálida sonrisa y quise saludarlo con un abrazo, pero se corrió de mi lado, terminando abrazando a la puerta.

— Traje lo que me dijiste. —me dio una bolsa que tenía las bebidas que le pedí y un par de DVDs con películas de terror y comedia.

— Oh —alargué la O, actuando sorprendido— Guro, eres genial, no creí que vendrías siquiera.

— No me digas Guro, se escucha raro. —pidió, y con un suspiro se sentó en mi desordenada cama, tratando de no pisar el colchón de _________.

Como estaba al lado de la puerta, la cual estaba entreabierta, alguien la abrió completamente y me hizo retroceder grandes pasos hasta quedar con la espalda en la pared.

— ¡Llegamos! —escuché la voz de Nobara, y en apenas segundos la vi con mi mejor amiga detrás. Ambas llevaban ropas casuales, así como Megumi, quien si no usaba el uniforme usaba una camisa negra y pantalones del mismo color.

— Ten más cuidado, Kugisaki. —espeté, finalmente pudiendo salir del pequeño espacio que me había dejado entre la puerta y la pared.

Vi que _________ me miró, y le brindé una dulce sonrisa. Se veía igual de hermosa que siempre, e incluso podía decir que me gustaba más cuando estaba como ahora, llevando un rodete desarreglado, ropas holgadas y unas chancletas con medias.