||¿ Límites ? ||

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-Así que eres la protegida de Rosalie ahora......- comento Edward.

-Hey, no lo digas así......- rodé los ojos en su dirección y continúe caminando.

-Me refiero a que ella te adora y jamás vi a Rose de esa manera a lo largo de estos años. Creo que siente una conexión muy fuerte contigo. -sugirió Edward mientras que adelanto el paso colocándose un poco más cerca de donde yo estaba.

-Rosalie es amable, podría decir que me trata hasta como una hija, creo que con Esme se disputan el lugar...- reí bajito para girar y verlo.

Ambos saltamos un pequeño rio que se encontraba cerca, aunque Edward me tendió la mano para yo cruzar con ella, no lo necesitaba, por lo que salte sola, "No subestimes a un lobo" susurre para luego volver al camino, solo podía ver la sonrisa en sus labios seguido de una carcajada.

-Por cierto, Esme hablo sobre una etapa de rebeldía tuya.... ¿a que se refería con ello? – continúe hablando mientras nos adentrábamos mas al bosque, Edward escucho la pregunta y en una forma veloz se subió sobre un árbol.

-Me aleje de la familia debido a mi insaciable hambre por humanos, pero no cualquier humano, solo por personas que hubieran cometido crímenes, por así decirlo, personas malas, que no merezcan algo de vida. Estuve por un tiempo sumergido en esa etapa, aunque la sangre es mas exquisita, la soledad es un poco aburrida, el calor de la familia me mantenía mas cuerdo que cuando estaba solo, por lo que decidí volver con ellos. - Edward bajo de aquella rama y acomodó su casaca un poco.

-Se a lo que te refieres, no me ha pasado del todo, pero conocí a alguien así, bebía solo de personas malvadas, era parte de su dieta. -suspire recordando a Adrianne y ver nuevamente frente a nosotros, a lo lejos pude oír el mar golpeando olas, sabía que cerca a este lugar había una playa y por supuesto que iría en el momento que pueda, gire a ver a Edward que se mostraba atento ante mi como si me analizara nuevamente. - Deja de hacerlo, no conseguirás entrar a mi mente sin que yo pueda permitirlo, yo puedo entrar a la tuya, pero no quiero hacerlo- le dedique una sonrisa mientras su risa se escucho de una forma ligera.

Empezamos a caminar de nuevo, pero cuando intente cambiar la dirección e ir hacía el lugar donde se escuchaba el mar, Edward se colocó en mi delante, lo mire de forma extraña, pues no veía algún peligro ni podía sentir a alguien cerca, no había nada malo en ese lugar, al menos que yo sepa.

-No podemos ir por ahí......- sugirió él mientras tomo de mi brazo para girarme.

- ¿Por qué no?, no veo nada peligroso cerca- comente mientras me zafé de su brazo y observe aun aquel lugar a lo lejos.

-Es una larga historia, pero tenemos delimitado cierta zona, te lo contare luego, ahora volvamos a casa. - me miro por ultima vez y camino de regreso en la dirección de donde quedaba la mansión Cullen. Seguía en duda de por qué no podía acercarme, hasta que recordé las palabras de Carlisle hace algunos días "No somos las únicas criaturas en este bosque...", ¿otro clan de vampiros?, quizás no se llevaban entre ellos y era algo peligroso, esta vez hice caso a lo que Edward dijo, pero sabía que mi terquedad era complicada, yo siempre quería ir a un lugar y que me lo prohíban era una invitación para mí. 

 

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Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora