Paseaban por el enorme jardín, todas las miradas de los mayordomos puestas sobre ellos.
Hisoka sostenía la mano de Illumi, en el enorme jardín adornado por los pétalos de las rosas que poco a poco se comenzaban a marchitar con la llegada aproximada del invierno.
El pelinegro seguía la espalda de su contrario, viendo la palidez de su piel resaltar en aquel paseo lleno de las flores que tanto le gustaban.
El viento estaba impregnado del olor a tierra mojada, indicando que la lluvia pronto los alcanzaría.
— Hisoka, tengo que entrar.
— ¿Tan rápido?
— Las nubes indican que va a llover.
— ¿Podríamos quedarnos un par de minutos más?
— No, vamos ya.
— Está bien, ve tú. Quiero seguir un rato más aquí, Illu.
— Dijiste que la lluvia no te gustaba.
— Sí, recuerdo lo que dije, pero no es por la lluvia que quiero estar aquí.
— No entiendo...
— Illu, solo nos queda está semana para disfrutar siquiera de las flores marchitas.
— Sigo sin entender, Hisoka.
— Quiero verlas contigo.
— ¿Las flores?
— Sí, las flores.
— Podemos verlas mañana.
— Quiero verlas ahora, Illumi.
La voz de Hisoka era seria, no sonaba a un capricho, y aunque el pelinegro pensó que lo era, el rostro de su pareja era otro.
Hace tiempo no escuchaba su nombre salir de los labios del mago, siempre escuchaba el diminutivo que él le había puesto, más bien el apodo que le regaló en contra de su voluntad.
Pero aunque era un apodo no deseado, seguía siendo algo de él.
El pelinegro tomo un semblante más sereno, viendo que el pelirrojo no hablaba en tono de broma, parecía serio acerca de querer quedarse a observar las flores frente a ellos.
Después de haberle mencionado el trato a Hisoka, había tomado un semblante más serio, como si no quisiera quebrar algo que probablemente terminaría roto.
Illumi suspiró, y aunque no entendía muy bien el sentimiento de aferrarse a algo o alguien, comenzaba a sentirlo.
Las flores frente a él, habían tomado un diferente significado, o más bien comenzaban a tomar un significado.
— Bien, veamos las flores.
— Vamos.– Volvió a unir sus manos, y caminó con el pelinegro siguiendo sus pasos.
La llovizna se hizo presente, pero ellos seguían viendo los pétalos que ahora estaban secos y la mayoría de flores se encontraban marchitas.
Illumi no entendía la belleza que Hisoka veía en la flores, en su jardín o siquiera en el momento que ahora estaban viviendo. Pero intentó con todas sus fuerzas encontrar algo de belleza en todo ese jardín marchito.
Las gotas de agua comenzaron a adornar sus rostros, el agua helada en sus pieles hizo que ambos tuvieran un escalofrío. Los mayordomos no tardaron en aparecer con paraguas y sacos, en busca de proteger de la lluvia a los dos jóvenes asesinos.
Silva observaba con atención a los dos chicos, cuyo entretenimiento seguían siendo las flores debajo de sus pies y alrededor de ellos. Le parecía extraño, su hijo tuvo un ligero cambio pero él no notaba siquiera cuál era, solo lo describía como "raro".
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𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒍𝒆𝒂𝒗𝒆 𝒎𝒆 | 𝑯𝒊𝒔𝒐𝒊𝒍𝒍𝒖
Fanfiction"Hisoka, si esto es el amor, yo no lo quiero. Me duele, y no me gusta. Por favor, no me dejes." Hiii, está historia no contiene spoilers de el anime o manga, en caso de hacerlo lo pondré en el capítulo correspondiente. 💗: Los personajes no me pert...