Capítulo XXXIII

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En la tarde Dante esperaba a Scarlett en el punto ciego del castillo al lado de la lechuceria, tenía la thunderwild camuflada como una escoba y llevaba puesto sus zapatos encantados, unos jeans, una camiseta gris y una larga gabardina de cuero que su maestro le había regalado el ultimo cumpleaños que habían celebrado antes de su muerte, por suerte la había encantado para ajustarse a la talla de quien la usaba, el chico esperaba estar presentable, él nunca lo admitirá en voz alta, pero se sentía nervioso, era la primera vez que tenía una cita.

Se rio de sí mismo, resultaba increíblemente gracioso, al menos para él, que tuviera la determinación para arriesgar su vida en una lucha contra espíritus en forma de dragón sedientos de sangre y se pusiera nervioso únicamente por salir con una chica.

-Dante –llamo Scarlett a un lado, cuando Dante volteo para verla casi se quedó sin palabras.

Scarlett vestía un par de botas de tacón bajo de cuero, un jean marrón que marcaba su figura, una camiseta negra y una chaqueta abrigada roja, se había colocada una fina y casi imperceptible de sombra de ojos y lápiz labial rojo y un ligero perfume con olor a flores.

-Así que logre mi cometido –dijo Scarlett con una sonrisa –te deje sin palabras.

-Ya quisieras querida –dijo Dante después de morderse la lengua para reaccionar –¿nos ponemos en marcha? –Dante arrojo la thunderwild camuflada la cual adquirió su verdadera forma antes de tocar el suelo, se subió se puso su casco y luego se ofreció un segundo a la chica, la cual se lo coloco, se subió al vehículo y rodeo la cintura del chico con sus brazos –aférrate bien, que me sobra la potencia.

-Eso espero.

Dante arranco la thunderwild, ambos dejaron el valle de la escuela a una impresionante velocidad y menos de una hora más tarde ya estaban aterrizando en un callejón del centro de Londres con el hechizo del anillo del camaleón camuflándolos, una vez bajaron del vehículo, Scarlett se quitó el casco, sonrió y dijo emocionada:

-Tienes que dejarme manejar esta cosa cuando volvamos.

-Lo pensare... Connect ­–un circulo de hechizos apareció frente a la thunderwild y Dante hizo que esta pasara por él, para desaparecer apenas lo atravesó, luego tomo los cascos que habían usado y los lanzo al propio circulo mientras este desaparecía –con eso no nos preocuparemos por nada.

-Perfecto, vámonos –Scarlett giro sobre sus talones y empezó a caminar para salir del callejón.

-Espera –Dante tomo la mano de la chica y la acerco a él, esto tomo a Scarlett con la guardia baja, lo que facilito que se ruborizara cuando el chico le puso un anillo con el sello de una máscara, para luego entrecruzar sus dedos, susurrar algo y luego mirar a la chica con una sonrisa –ahora si podemos ir.

- ¿Qué acabas de hacer? –pregunto Scarlett mientras trataba de calmar su corazón.

-Mírate en ese charco –Dante señalo un charco de agua en el suelo cerca de ellos, mientras se colocaba un anillo similar.

Scarlett miro el charco de agua, primero se sobresaltó, pero después comprendió lo que vio, estaba viendo su reflejo, pero en lugar de su rostro, había el de una chica de su misma edad, con cabello castaño más largo que el suyo, ojos negros y piel morena.

- ¿Así me veo ahora? –pregunto la chica.

-Si –Dante se acercó, se veía igual, pero en el reflejo del charco, mostraba a un chico delgado con cabello rubio, ojos azules y muy pálido –y así me veo yo.

-Yo te veo igual.

-Mientras tengamos estos –Dante enseño su anillo –veremos al otro como realmente es, pero para el resto de las personas, seremos ellos –señalo el charco.

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora