Capitulo seis

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𓅓 𝙇𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙜𝙧𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙉𝙞𝙭.

Cruzo la piernas y carraspea al sentirse muy incomoda por la vista puesta en ella, Ares comprendió su molestia así que aparto la vista de su prometida, le parecía un poco tonto pero quizá la diosa era más reservada de lo que pensaba.

— Siéntate — Indicó.

Ares volvió su vista a la mujer pero nuevamente estaba tapada de su rostro por un fino velo azul marino y una sierva suya atrás de ellos, el dios de la guerra se sentó, casi podría sentir la mirada penetrante de Nix sobre él con ese velo era difícil ver sus expresiones o emociones, además de que la importancia de esta mujer siempre lograba poner nervioso a cualquier dios, pero Ares solo trato de guardar esto en el lugar más profundo de su mente.

— Perdón por el comportamiento de Erebo — Dijo, volteo a verla un poco sorprendido y halagado, escuchar algo como esto por parte de una diosa tan poderosa siempre era... bueno. — Te recomiendo que te cuides más.

Entonces surgió la duda en Ares.

— Tú...  ¿Estás de acuerdo con esto? — arquea la ceja.

— ¿Tú lo estás? — Devolvió la pregunta con firmeza.

— ¿Entonces porqué me llamaste? — Cambió de tema, sabía que eso era un no.

— Por qué quiero darte dos de mis guardias para protegerte.

Ares se levanto bruscamente y Nix frunció el ceño ante la cercanía amenazante de Ares a su rostro.

— Tú no decides eso, y no lo necesito —Le murmuró frío y seco, negativo ante sus intenciones. — Ni eres más que mi prometida, una mujer.

— No me hables en ese tono. Y procura cuidar tus palabras.

Nix con una mano aparta suavemente a Ares dejando salir una aura fría y imponente al pararse, quedando frente a frente con dios de la guerra, así quiere llevarse con ella, bien.

Nix le entregaba una mirada afilada y Ares la observaba  inexpresivo y seco.

— Por mí. Te mataría ahora mismo y elegiría a uno más de tus hermanos —  Atacó — Pero mi padre te eligió a ti, así qué si ambos queremos lo que se nos prometió, debemos mantener las cosas en paz.

Lo primero que dijo fue un golpe bajo,  después ee todo que esperaba de alguien controladora, pero lo segundo lo hizo reflexionar, mientras tuviera a Nix a su lado nada puede amenazarlo ni los dioses del Olimpo, así que simplemente se volvió a tomar asiento y Nix procuro hacer lo mismo,  cuando llego era una mirada serena pero ahora era una afilada como espada deseosa de mancharse de sangre.

— Lo sé bien — Corroboró.

— La próxima vez que me vuelvas a hablar en ese tono, no respondo — Advirtió a la vez que su rostro se ensombreció — Yo decía protegerte porque Erebo es un dios poderoso muy poderoso podria atacarte y...

— Yo también lo soy — la Interrumpió.

Que arrogante. Pensó Nix con desdén, cruzo sus brazos.

— No lo niego, pero tu arrogancia se convierte en un problema, y te puedo apostar que eso va aprovecharse.

— Se supone que me odias, y no quieres casarte conmigo.

— No te odio, odio tu arrogancia, pero es verdad no deseo casarme. — lo miro fijamente — Pero necesito aliados y llevarlo lo mejor posible, pero no lo estas haciendo fácil.

— nunca es fácil — Replicó.

— Pero podemos hacerlo soportable — Refutó y se levanto — cuando deje de comportarse como un crío me avisas — Le dio la espalda.

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2021 ⏰

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𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑁𝑖𝑥 ━━ ᵇˡᵒᵒᵈ ᵒᶠ ᶻᵉᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora