3

464 35 1
                                    

Salgo 25 minutos después con sus comidas en un carrito, al no pedir entradas pues no tuve que verlos tanto, en el carrito les llevo las comidas y bebidas: llevo un vino en una cubeta con hielo y 5 platos distintos... no entiendo, son solo 3 personas, ¿Por qué quieren 5 platos de comida que... son bastante según yo? Pero bueno, tienen el dinero, de seguro tienen hambre, ¿Quién soy yo para juzgar?

Cuando tomo la comida que ordenó la señora y estoy por servirsela casi me tira los platos encima y me dice casi gritando:

- ¡Detente!, ¿es que acaso eres estúpida?, no debes servirme primero, ¿Qué no ves que nuestro sobrino es nuestro invitado de honor?, así que regresa este plato, da la vuelta y sírvele a nuestro sobrino primero, luego a mi esposo y por último a mí. ¿Entendiste o tengo que repetirlo de nuevo?

Yo solo me moría por gritarle a la señora que NO SOY ADIVINA, ¿QUÉ DIABLOS IBA A SABER? SI HASTA HACE UN MOMENTO PENSÉ QUE ERA SU HIJO, pero por obvias razones no dije nada y solo asentí. Su esposo abre los ojos y me pide disculpas mientras que, su ahora sobrino, solo ve a su tía con una mirada de desaprobación.

Cuando me acerco al chico con su comida estoy totalmente roja, espero que piensen que es de vergüenza y no de la rabia que me quema por dentro y mis mil y una forma de insultar a la señora, mientras sirvo noto como el chico se me queda viendo y me pregunto si será mudo ya que no lo he escuchado hablar, aunque con una tía así ni yo hablaría mucho, y de ahí creo llegar a la conclusión de que es sumiso.

Mientras esto pasa la señora vuelve a hablar.

- Ernesto, no tienes porque disculparte cuando ha sido ella la que ha actuado de forma tan incompetente.

A este punto pude negarme a seguir brindándoles mis servicios y mostrar una queja con el mánager, pero no iba a arruinar mi racha y preferí tragarme mi rabia, les pedí disculpas (sisisisisisi ya sé qué piensas y si se las pedí OTRA vez) y les serví como ella había pedido... también podríamos decir ORDENADO DE MALA MANERA.

Después de servirles entro a la cocina roja de la rabia, Andrés me dice que me siente, me da un vaso de agua y me intenta calmar, luego de que estoy más calmada le explico lo que pasó y él se molesta y le da un aviso al manager, Ian (el manager) me pregunta si quiero dejar de servirles y yo le digo que no pero que por si acaso esté pendiente y les agradezco que sean tan buenos conmigo, cosa que los sorprende porque me encuentro tan enfurecida que en este momento me siento tan vulnerable que esta ayuda me hace actuar de forma amable, una forma que ellos nunca habían visto pero solo me dicen que siempre que necesite algo ellos estarán ahí. Andrés intentó que comiera algo, pero no pude, solo bebí más agua y le di un abrazo, lo necesitaba, hace mucho no recibía abrazos... o abrazos que no fuesen solo de Nini y el solo me correspondió y mi corazón empezó a latir como loco... ¿QUE?

Luego de eso quedé bastante pensativa, pero volví a salir, nunca tengo buen carácter, aunque con los clientes no me meto, pero a esa señora quería golpearla, pero luego de ese abrazo me siento extraña, cálida... No entiendo, pero me gusta. Unos 15 minutos después me vuelve a llamar la señora de manera muy insistente, me ve caminando en su dirección y solo dice que me apresure... OKAY YA NO ME SIENTO BIEN, OTRA VEZ QUIERO GOLPEARLA.

A la final me piden postre y voy a la nevera por ellos, cuando vuelvo les sirvo en el mismo orden, pero entre las miradas intensas del señor y del chico más lo que acaba de pasar con Andrés me tienen tan distraída que no noto cuando la señora me voltea el pie de limón encima y alega que es mi culpa por estar distraída, y como si fuese poco habla mal de mí.

- Me imagino que serás sumisa, eres completamente imbécil e inservible, tus padres han de darte una educación bastante deplorable.

Pude notar como Ernesto se molestó y le pidió que dejara de dar un espectáculo mientras yo me agachaba para tratar de limpiar lo que había en el suelo, lo que estaba en mi uniforme lo limpiaría en el baño después, siento que debería sentirme humillada por la posición en la que estoy, pero realmente no me importa, solo estoy extremadamente molesta y creo que eso opaca por mucho el sentimiento de humillación que debería tener.

- ¿Ves que no sirves para nada? No tienes ni la más mínima idea sobre como debes ponerte de rodillas de manera correcta frente a un dominante, ¿Qué clase de educación te habrán dado tus padres? Has de haber sido una niña no deseada y por ello no te dieron la formación correcta, si es que acaso tus padres te criaron, claro está, porque de haber sido yo te daba en adopción.

Finalmente despego la mirada del piso lista para levantarme y matarla con mis propias manos, pero me detengo al ver a Ian, el mánager, verme pidiendo que no haga nada mientras se acerca con Paulo y Richard, seguridad, yo simplemente me levanto e intento limpiar un poco mi uniforme en lo que los chicos llegan, pero estoy tan molesta que no me puedo quedar callada y le respondo con una ligereza y soltura que no concuerda con cómo me siento.

- Bien no podré ser la de mejor servicio a sus ojos. Pero si yo no le agrado debió pedir que se asignase otro mesero.

- Si yo estoy pagando por un servicio en un lugar tan bien posicionado lo mínimo que espero es que cualquier mesero me de el servicio de calidad que espero y merezco.

- Lo siento, pero creo que hay un error, Samantha quizás no tenga el mejor genio fuera de sus horas laborales, pero dentro de ellas da lo mejor de sí misma para entregar un servicio de tan alta calidad que muy pocos meseros han logrado con tan poca experiencia y a tan corta edad, no por nada tiene una lista de al menos 20 clientes exclusivos. Samantha --pone ambas manos en mis hombros-- ¿crees que el trato recibido implique levantar cargos?, porque por mí no hay ningún problema, si quieres puedo impedirles la entrada.

Se notaba a kilómetros que a él tampoco le caía bien la señora, pero si bien su actitud me hacía querer mínimo dejarla en coma, no iba a levantar cargos ya que de todas formas no tengo manera de ganar, pero antes de decir cualquier cosa Ernesto toma palabra e intenta que la situación no se ponga más problemática de lo que ya es.

- Rosaura -con que así se llama la "dama"-, cálmate, déjame hablar. Querida...-se voltea a verme-.

- Mi nombre es Samantha, señor, Samantha Olivares.

- ¿Sammy?, ¿Samantha la hija de Sinaí y Luis?

- Si señor, disculpe la pregunta, pero ¿de dónde los conoce?

- Oh pequeña Sammy, soy yo, Ernesto, ¿recuerdas al tío Ern?, era amigo de tus padres y tú me decías tío Ern, la última vez que nos vimos fue en tu décimo cumpleaños.

Como tormenta inesperada empiezo a llorar y caigo de rodillas, noto como casi todos se me quedan viendo impactados o con tristeza, menos aquel chico que solo veo como llama a Ian y se alejan para hablar de no sé qué, pero en ese momento no me interesa, también veo como el tío Ern viene en mi dirección, se pone de rodillas y me abraza.

- Yo no iba a presentar cargos, de todas formas, es muy lógico que yo iba a salir perdiendo. -digo como puedo entre hipidos y espero que se entienda-

El solo me acaricia el cabello y me da las gracias, también dice que lamenta lo de mis padres pero que le encantaría que charlemos en otra ocasión y acto seguido me da su tarjeta, le digo que lo haré y también le doy el pésame ya que me imagino que le habrá dolido, aunque no sé por qué no lo vi en el funeral, pero luego le preguntaré.

Rosaura va a lo que me imagino que es el baño y Ernesto me ayuda a levantarme, Ian y el chico regresan, este último se acerca a su tío, le dice algo en el oído, el tío Ern asiente, se despide, se disculpa nuevamente y se van.

Para llegar al vestidor debo pasar por la cocina y una mano me detiene a mitad de camino, es Ian quien me ve con pena, yo solo le doy media sonrisa y le agradezco.

Dentro de la cocina veo a Andrés sentado en un banco con las manos sobre el mesón viendo su teléfono, se voltea y me da una sonrisa que se desvanece automáticamente luego de verme bien.

- ¿Samantha? ¿Qué diablos pasó? ¿Todos esos gritos fueron por eso?

- Si, tuve un mal momento con una cliente que al parecer estaba de mal humor, ha pasado de todo y ha sido bastante malo.

Andrés se levanta tan rápido que casi no me doy cuenta cuando está casi encima mío abrazándome y acariciando mi cabeza, mi corazón vuelve a latir más rápido de lo normal y no sé si es la confusión, el reencuentro, las memorias o el mal momento que me hacer devolverle el abrazo con un agarre tan fuerte que me sorprende y esta vez mis sollozos no se hacen esperar, Andrés solo me dice que todo estará bien, que no me preocupe, me pregunta si tengo hambre o quiero beber algo y yo solo niego con mi cabeza, le agradezco y luego todo se vuelve negro.

Finding my wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora