8.Interés correspondido

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Lucia Ferrey׃En estos momentos me encuentro sola en un aula observando el paisaje por la ventana, distrayéndome de todo, por las experiencias que he tenido que vivir en el día de hoy

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Lucia Ferrey׃
En estos momentos me encuentro sola en un aula observando el paisaje por la ventana, distrayéndome de todo, por las experiencias que he tenido que vivir en el día de hoy. Ahora por lo menos puedo estar orgullosa de mi misma he ganado con una diferencia de tres a una, más feliz no podría estar.

Al parecer mis años de entrenamientos no fueron en vano, si mi tío viera esto estaría igual de orgulloso. Estando en mi mundo de pensamientos me distraigo por completo y no me doy cuenta del personaje que se encontraba al lado observándome con esos ojos que parecen luceros, hasta que toca la madera de la ventana haciéndome sentir un poco incomoda.

Andrés que quieres acaso no eras tú que de hace unos días no me hablabas. ¿Cuál es tu propósito conmigo? ¿A qué juegas? Esas eran las preguntas que me he estado haciendo todo este tiempo interesándome un poco más en él y teniendo esa curiosidad por saber que quería que me atrajera un poco más hacia él.

En estos momentos quiero ahogarlo de preguntas, pero tengo miedo de que sea yo quien este equivocada.

Lucia basta de miedos acabas de superar uno y ya tienes otro, puedes con esto y con mucho más.

Esas eran las palabras que viajaban por mi mente haciéndome sudar frío.

—Acaso no piensas dirigirme la palabra en el día de hoy —dice Andrés con tono de burla.

Lo que él no sabe es que en el día de hoy no fue una simple competencia de tenis corría en peligro mi orgullo.

Aunque no voy a negar que estoy más sensible que en otros días.

—¿Qué quieres?

—Quiero felicitarte por ganar la competencia de tenis, lo has hecho genial.

A pesar de ser la primera persona que me ha felicitado, porque al salir del campo de juego quería desahogar todos mis nervios estando en un lugar a solas, sin ser vista por alguien.

Todavía sigo vestida con mi uniforme de tenis, ni para eso he tenido tiempo. Pero no lo entiendo se está burlando de mí o me está dando ánimos. ¿Esas felicitaciones son sinceras? Seguía haciéndome preguntas conmigo misma hasta que mi cabeza no pudo aguantar de tanta preguntas y explotó diciéndole la pregunta más estúpida que podría pasar por mi mente.

—¿Sabes qué por mucho tiempo no me diriges la palabra?

Pero que estúpida eso le das a demostrar que te diste cuenta de su juego. ¿Qué dices? Ahora mismo le estas dando toda la razón, esa boca mía que no se calla para nada.

—Así que te diste cuenta.

Sí, te puedes reír de todo lo que quieras, me has tomado con la guardia baja, pero ya lo dije. Tendré que seguir este juego, pero le voy a modificar las reglas, seré quién empiece y no te dejaré ni una oportunidad de ganar.

—Así que lo haces con un propósito —le digo acercándome poco a poco a él.

—¿A qué juegas? —le digo dejando pocos centímetros de distancia, mirándolo fijamente a sus ojos.

Creo que si no desvió mi mirada de verdad me voy a perder a mi misma.

No tengo noción de lo que estoy haciendo, todavía me estoy preguntando ¿El por qué de mi comportamiento? Sí yo no soy así (soy el tipo de persona que cuando se siente amenazada o incomoda lo primero que hago es huir, en vez de enfrentar el problema, pero ahora estoy haciendo lo contrario)

—Yo no estoy jugando, solo quiero que te des cuenta que también te interesas en mí —me dice recorriendo sus manos por mi cintura a piel desnuda.

Me acerco tanto a sus labios que por poco rozan y le digo —Veremos quién da el primer paso ya que los dos estamos interesado.

Al decirle eso desvío mi ojos, me suelto de sus garras que rodeaban mi cintura y me dirijo hacia la puerta cuando de pronto me agarra por mi brazo empujándome hacia él chocando mi cuerpo contra el suyo, y de pronto me da un beso que me dejó más interesada de lo que estaba.

Fue de esos besos que no sabes cuándo parar chocando con lo primero que nos encontráramos hasta llegar a una pared ocultándonos detrás de la puerta para que nadie nos viera, mis manos rodeándole su cuello y sus brazos empujándome hacia él y allí estaba experimentando una adrenalina que nunca había vivido con sus cálidos labios y sus curiosas manos que recorrían todo mi cuerpo.

Cuando nos interrumpe unas voces conocidas que provenía desde afuera del aula.

—¿Encontraste a Lucia? —No todavía solo falta buscar en esta aula.

Oh no, eran Tani y Rafael que estaba buscándome y yo aquí escondida detrás de la puerta con Andrés, nuestros cuerpos estaban jadeando y teníamos un aspecto no muy presentable por lo menos cuando vi el cabello de él, hecho un desastre por mis manos aventureras y si esta así no quisiera ver mi aspecto.

Andrés trata de salir para dirigirles la palabra cuando de pronto lo agarro tapando su boca con mi mano.

—Shhhuu calla.

La tención aumentó cuando sentimos la presencia de Tani cerca cuando observaba toda el aula buscándome.

En ese momento no sabía que escusa decirle a ella si nos encuentra y mucho menos viéndonos en este aspecto en ambos.

—Rafael en esta aula no hay nadie —le dice saliendo de ahí.

Uff menos mal que no nos encontró, parecemos dos niños jugando al escondite y si llegamos a ser encontrados nos regañarían gravemente, pero ahora lo más importante no es eso, sino a esos ojos que me miraban confusos, suelto mi mano de sus labios para retirarme diciéndole —Ahora quién perdió en este juego fuiste tú.

—Mientes ambos sabemos que esto se considera como un empate.

No puedo negar lo que dice sabiendo que por poco me tienen que llevar al Polo norte por derretirme en sus brazos, pero no lo quiero admitir, mi orgullo no me deja y recordar las palabras de mi padre —Todos los chicos a tu edad no quieren nada serio solo quieren abrirte las piernas nada más.

En eso él siempre ha tenido la razón con los chicos que he tenido una relación no duran más de una semana porque me exigen cosas qué por mi forma de pensar no puedo dar, hasta llegué a pensar que moriría siendo virgen y esta no va ser la excepción, solo porque Andrés me ha cautivado con su mirada.

—Veremos quién va a reír de último —le digo desviando la mirada y saliendo de aquella aula.

Nota de la autora:

Se que no se esperaban este tipo de acontecimientos y la verdad que ni yo.

Quiero disculparme con mis lectores porque cuando escribo acciones con intimidad pierdo el hilo de mi seriedad y la convierto en pura comedia.

Espero que les hayan gustado...

J.S 💓

Todo comenzó con tu mirada {#1} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora