Tony Stark queda destrozado tras el abandono de Steve después de la Civil War.
Su recuerdo le atormenta día y noche, desesperado por volver a recuperarle, cuando un tímido y alegre muchacho, reclutado un mes antes para la pelea en Alemania, reaparec...
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No permitieron a Tony recibir visitas hasta un día después de su ingreso en el hospital, y Peter no pudo conseguir su permiso de visita hasta tres días después.
El pronóstico era grave: se encontraba en coma a causa de un traumatismo craneoencefálico provocado por el impacto recibido durante el encuentro con Otto Octavius.
Los médicos aún no podían evaluar al cien por cien los daños, pero pronosticaban que podría afectar a su capacidad motora cuando despertase.
La noticia en los medios fue que, gracias a Spider-Man, la reducción de la hemorragia le había salvado de la muerte. Aquello podría haberle hecho sentir bien, de no ser porque nadie sabía cuándo despertaría del coma...
Si es que despertaba.
¿Qué diferencia había entre aquello y la muerte?
En su primera visita, el chico entró con miedo a lo que se podía encontrar.
No por estar preparado fue menos chocante verle allí, con la cabeza vendada, mascarilla de oxígeno y varias vías conectadas a sus brazos.
De no ser por el sonido de las constantes vitales, Peter hubiera jurado que estaba muerto.
—Ho...Hola, Tony.
Siempre había escuchado que las personas en coma podían oír lo que se les decía. No estaba seguro de si era cierto, pero no perdía nada por probar.
Se sentó en el sillón que estaba junto a la cama.
—¿Cómo estás?—Hizo un aspaviento—. Vale, no es la mejor pregunta. Es obvio que no estás bien.
Observó su cuerpo, buscando algún indicio de que le estaba escuchando, pero nada se movió.
—Todo es tan... loco—le contó—. Han encerrado a Otto. Creo que, con lo que se hizo, no volverá a ser el mismo nunca más. Y eso duele, porque yo admiraba profundamente a ese hombre. May está al tanto de todo, y me ha pedido que te mande recuerdos, aunque estés en coma. Trabaja en otro hospital. Dice que le encantaría venir a cuidarte, pero no le dan el traslado.
Miró fijamente las sábanas, y comprobó cómo estas subían y bajaban lentamente. Tony respiraba por su propia cuenta.
Eso es... bueno, ¿no?
—Me he quedado sin trabajo, así que May pagará mis cuentas hasta que encuentre uno. Aún no he tenido tiempo de reescribir mi curriculum, aunque no sé si será buena idea poner que he trabajado en Industrias Octavius.
Se levantó, mirando al hombre, y besó su frente con cariño.
—Debo irme. Volveré la semana que viene. Hay más personas que te quieren que desean venir a verte, y no podemos venir todos de forma seguida, así que sólo puedo venir una vez por semana.
