•· Capítulo 2 ·•

102 18 28
                                    

—¿Q-qué? —balbuceo, soltándome de su agarre en un movimiento brusco tirando de mi brazo.

—Eres amiga de Lindsay Blake, ¿no? —ignora mi desconcierto, mirándome fijamente, algo tenso.

—Mhm, sí. ¿Por?

—Porque Steven quiere hablar contigo y con ella.

—Vale, pero y ¿por qué no aparece hasta acá para decírmelo? Y en primer lugar, ¿como diablos sabías que yo iba a salir en este momento? —le digo dudosa y curiosa a la vez.

—Okey, digamos que estuve por tu casa aproximadamente media hora antes de venir aquí. No me preguntes cómo porque va a ser muy raro. Y escuché que le decías a alguien no lo sé, tu mejor amiga que saldrías a la biblioteca —Se quedó con la palabra en la boca al notar que yo apretaba mi mandíbula.

—¿Qué estás diciendo?, ¿me estabas espiando? ¿Y se supone que ni te puedo preguntar? ¡El raro eres tú! —agregué molesta, sonando más irritada de lo que creí.

—Oh claro que no, no lo digas así. Tampoco soy un loco acosador —dijo encogiéndose de hombros mirándome cauteloso mientras yo ponía una mueca.

—De igual manera eso no te da ningún derecho a husmear que hago.

Mis padres siempre habían tomado en cuenta la seguridad en nuestra casa, ya que se puede decir que tienen un trabajo bastante importante y no está permitido que se presenten por ahí intrusos. Pero seguramente Brenda, la jefa del servicio en casa, se creyó la enorme mentira que había formulado Jacob para entrar.

—Bueno, ya. No debí hacerlo —admitió, con total tranquilidad igual que hace unos minutos como si no fuera gran cosa.

—No, no debiste hacerlo. Para nada. Y si me permites tengo cosas que hacer para estar aquí perdiendo el tiempo con un acosador —hice énfasis en la última palabra y el rio por lo bajo mirando mis pies, mientras yo me acercaba una vez más a la salida de la cafetería.

Para mi sorpresa cargaba mis pantuflas de gatitos.

—Claro claro—se aguantó la carcajada.

Puse los ojos en blanco ignorándolo.

Imbécil, quién se cree para vigilarme.

Esta vez, sí tuve éxito al salir del lugar. Miré de reojo la cafetería y Jacob seguía como si nada aún viéndome, y seguí caminando en dirección a casa.

Al llegar, hablé con Brenda, para que la próxima vez no deje pasar a nadie del instituto sin mi autorización. Quedamos en no decirle nada a mis padres para que no armaran un alboroto. En fin, solo era Jacob con sus mentiras, además no había nadie más, eso creía.

Ahora tenía que terminar la tarea que había dejado a medias. Y también pensando en que iba a decirme el tonto de Steven.

──────────────────

20:17

Ya casi lista, voy al baño y me hago unos retoques en el cabello, luciendo de una manera impecable y sencilla con mi camiseta, jeans y tenis. Dentro de unos minutos, Lindsay vendría por mí para luego ir por los chicos y llegar al centro comercial para la función.

Me colocando algo de gloss, cuando escucho el auto de Lindsay llegar, me asomo por encima de la ventana de mi habitación y sí, efectivamente puedo ver a la egocéntrica subir las escaleras de la entrada principal.

—¡¿QUIÉNES SE IRÁN AL CINE ESTA NOCHE?! —escucho el grito de Lindsay cuando me dirijo a abrir la puerta, de inmediato coloco la palma de mi mano en su boca, ahogando el grito que hace un instante me dejó aturdida.

Mi vida, mis reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora