Capítulo 122: Sui y Xiao.

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Con el estruendoso rugir de los dragones sobre el cielo de Xing la guerra contra los humanos fue declarada formalmente. No todos los guardianes optaron por pelear usando todo su poder destructivo desde un inicio. Mucho más cuidadoso que su hermano menor, Xiao-Min esperó hasta poder ver las habilidades de Natsu y Gray antes de revelar las suya.

—¡Cuida mi arma hermano! —ordenó Sui-Min.

El dragón aleteaba sobre su hermano, formando una corriente de viento que obligó a Natsu y Gray a cubrirse.

—Es... es... —Natsu tragó saliva —. ¡¡UN MURCIÉLAGO GIGANTE!!

—¡¿QUIÉN CARAJO ES UN MURCIÉLAGO?! —bramó Sui-Min.

Cómo dragón Sui-Min guardaba un gran parecido con un murciélago, de forma un tanto quiróptera, alas de gran envergadura con falanges alargadas que guardaban gran similitud a manos, dos orejas amplías y alargadas, ojos pequeños y una nariz con terminación en punta.

—Pero... —Natsu lo observó —. Tienes las orejas y las alas. ¿También tienes colmillos?

—Tú, bastardo —dos hileras de dientes asomaron por su boca y amenazaron al pelirosa —. ¡Vas a morir!

—¡Demonios! — Xiao-Min suspiró el ver qué su hermano perdería inevitablemente el control.

—¡Ahí viene! —advirtió Gray.

Las alas y cola de Sui-Min levantaron sus afiladas escamas como si fueran cierras y cayó en picada contra los magos. Descendió a una velocidad casi supersónica hasta el ras del suelo, cortando todo a su paso con sus afiladas alas. Natsu y Gray sonrieron y se prepararon para recibir la embestida de frente.

—¡Garras ardientes... —las manos de Natsu se cubrieron de fuego rojo.

—¡Espada gélida... —Gray formó una espada de hielo rosa y la empuñó con firmeza.

—¡Mueran insectos! —Sui-Min aceleró y arrastró su cola por el suelo dejando un rastro de devastación.

—¡Garras ardientes del rey dragón de fuego! —el pelirosa soltó un veloz zarpazo.

—¡Espada gélida del demonio de hielo!

Los ataques de los magos golpearon al mismo tiempo a Sui-Min, quien sólo tuvo tiempo de rugir por el dolor antes de ser quemado por la mitad izquierda de su cuerpo y congelado por la derecha. Xiao-Min quedó paralizado cuando su hermano rodó y por primera vez dejó ver ira en su rostro.

—No creí que pudieran hacer eso... —comentó —. Ahora entiendo porque Tsao-Lan estaba tan emocionado con ustedes.

—¡Fue pan comido! —respondió el pelirosa —. ¿Eres el siguiente?

—Eso creo —Xiao-Min tiró al suelo los brazaletes que llevaba, se retiró el exceso de ropa y calzado y entonces retó a los magos a ir por él —. Adelante, pueden atacar al mismo tiempo si así lo desean.

—¡Voy primero! —digo el pelirosa.

Natsu cargó contra Xiao-Min sin pensarlo dos veces y lanzó un débil puñetazo para medir la fuerza del Xing long, este sin embargo respondió esquivando fácilmente y se colocó a lado del mago.

El pelirosa no se dejó impresionar y lanzó una patada que estaba seguro conectaría con su oponente. Xiao-Min retrocedió muy lentamente y en ningún momento levantó sus manos en contra de Natsu, aún así el pelirosa sintió un dolor en el estómago y detuvo su ofensiva.

—¿Cómo hizo eso? —preguntó.

—Mi hermano es impulsivo y confiado —contestó el Xing long —. Yo por otra parte, siempre espero el momento adecuado.

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