capítulo 11.

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-Hola...?-

-...Si....-

- ...O-Okey... -

-....por supuesto. Gracias-

Cuando Ochako colgó, miraba un punto fijo, estaba temblando y llorando. Bakugou y Kirishima no habian alcanzado a escuchar, pero al ver el cambio drastico de humor, supieron que algo muy malo habia pasado. Ellos se miraron y luego la abrazaron. No correspondió, estaba perdida.

Justo en el momento en el que le estaban por preguntar, llegaron los abuelos de Ochako. Inmediatamente se sumaron al abrazo. Quién tomo el valor fue Yasu. Hablo con una voz, sumamente dulce y casi por encima de un susurro.

-Ocha... cariño, que paso?...- se alejó un poco para mirarla. Los hombres la seguían abrazando.

-...m-me llamaron...- respiro profundamente entre cortado y llorando, sin embargo siguió hablando -...n-no encontraron a... a O-Osamu y-y....- el hombre mayor le comenzó a acariciar la cabeza, mientras que los otros dos lo hacian en su espalda. Tomando todo el aire que pudo, mientras se secaba las lagrimas y hablando lo más firme que podía continuo -...m-me esperan en el templo de Myartue, p-para terminar de ajustar algunos detalles. Si todo sale bien, mañana por la mañana se hace una ceremonia...- cuando termino de hablar, inconscientemente se aferro a los brazos de los chicos y contra el cuello de Bakugou lloro más fuerte que antes.

Yasu rápidamente entendio todo. Sabia que su hija llegaría por la noche, estaban en Italia en medio de una construcción. Su nieta debia hacerse cargo de la mayoría de las decisiones. Se acerco y le acarició el pelo y las mejillas.

-vamos... debemos cambiarnos todos. Ven cariño, vamos...- agarro la mano de su nieta levantandola, la llevo hasta su habitación. Cuando llegaron la llevó hasta la cama. Ochako se aferró a su abuela mientras lloraba. Pequeñas lagrimas le salian a la mayor. Quién con toda la voz que pudo hablo.

-Ocha, se que te duele... se que, no es fácil perder a alguien y menos a un hermano. Esta bien llorar, esta bien estar mal...

-NO.- Ochako se habia alejado y la estaba viendo directamente. Ambas tenian expresiones de sufrimiento en sus caras. -n-no...- tuvo que respirar profundo para seguir hablando -e-es la segunda vez que sucede. E-es la segunda vez que lo pierdo, y-y esta vez n-no lo puedo recuperar...- el llanto habia disminuido un poco, pero seguia llorando. Su abuela era como un calmante, siempre que le sobrepasaba algo, ahí estaba, no juzgaba nunca y siempre la ayudaba. Siempre estuvo ahí. Siempre la entendió y comprendio.

-Ochako, mi amor... mirame.- le agarro suavemente de las mejillas y le levanto la cabeza -se que es duro, se como te sientes. Cuando se fue, se que te perdiste y que estuviste mal... estabas sola y con mala compañía. No va a volver a suceder, ahora estas con Katsuki-kun y Eijiro-kun ellos te van a apoyar y te van a aceptar. Llora a Osamu si quieres, pero no te estanques... sabes que a él le gusta verte feliz y sonriendo. Ahora puede parecer lo más difícil del mundo, pero de a poco, por más mínimos que sean los momentos, va a ir doliendo menos...-

Ochako solo abrazo una vez más a su abuela, se seco las lágrimas, respiro ondo y mirandola a los ojos, dijo un simple "gracias". Luego se levanto y decidió irse a su cuarto. Se iba a cambiar, no se pondria el kimono hoy.

Cuando bajaba, escucho que los hombres seguian hablando en su cuarto. Por lo que pudo escuchar, su abuelo estaba llorando.

Fue hasta la puerta del cuarto de Osamu. Tenia que buscar unas cosas y luego irse. Respiro ondo y abrió la puerta.

La habitación era muy parecida al cuarto de los chicos, solo que las paredes eran blancas y estaban decoradas con discos de vinilo, posters, etc. Y tenia un escritorio con algunas cosas. Paseo la vista por todo el lugar, la mente se le estaba llenando de recuerdos. No volveria a llorar, no por más que lo quisiera.

Camino directamente hacia su mesa de noche y abrió el cajón. Estaba justo donde lo habian dejado, un paquete de cigarrillos abierta, con dos cigarros dentro. Abajo habían dos paquetes cerrados más. Agarro las tres cajas. Luego fue hasta su escritorio y busco un dibujo que habia hecho cuando era chico, en el estaban los dos y arriba decia "hermanos hasta el fin". Sonrio, agarro todo y fue directamente a su cuarto, cerrando la puerta al salir.

Cuando llego a su habitación ya no habia nadie. Dejo las cosas encima del escritorio y se cambio. Se puso el vestido, la chaqueta de cuero y las convers. Estaba totalmente de negro, se maquillo apenas las ojeras, se arregló el cabello y fue a buscar un bolso donde llevar lo que busco y algunas otras cosas más. Cuando termino fue al cuarto de los chicos.

𝒔𝒕𝒂𝒓𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora