15

1.6K 137 70
                                    

La luz del día había llegado pasando por las ventanas hasta llegar a ellos obligándolos a dé a pocos levantarse, ambos se observaron con ternura se sentían felices de estar en compañía del otro.

— Buenos días — Pronunció Albedo pasando su mano por la cabellera de Sacarosa.

— Buenos días — Respondió soltando una pequeña risita — ¿Cómo dormiste? —.

— A decir verdad, me duele un poco el hombro, pero no es para tanto—.

— Perdón me quede dormida... — Se disculpó algo apenada.

— Esta bien, después de todo estoy feliz de estar contigo —.

Se sentían felices, por fin había expresado el como se sentían y ahora estaban juntos después de haber dormido toda la noche tan cerca, era a la vez algo vergonzoso peor no dejaba de ser lindo.

— Quiero quedarme más tiempo así — Susurro Sacarosa tomando la mano de Albedo.

— Podemos quedarnos así un poco más — Correspondía al agarre y se acercaba más a Sacarosa, realmente quería estar más tiempo así.

— Tengo que volver a Mondstadt hoy, solo vine a Liyue para comprar unas cosas además Kaeya dijo que era bueno un cambio de aire ¿Cuándo vuelves tú? —.

— Probablemente vuelva en la tarde o mañana temprano —.

Ambos mantenían el agarre de su mano, aunque dando pequeñas caricias con la que tenían libre, sería lindo estar así más tiempo.

— Supongo que nos veremos en el trabajo — Dijo con una pequeña sonrisa Sacarosa.

— Lo espero con ansias — Respondió y le dio un pequeño beso en los labios — tenemos varios días de retraso en investigaciones—.

— No hay que perder el tiempo—.

Y así la pareja tuvo que despedirse, Sacarosa regresando a Mondstadt y Albedo en camino a casa de Hu Tao rezando porque todo no fuera un caos total.

— Vaya, vaya — Dijo con picardía Hu Tao al abrir la puerta.

— Parece que alguien no perdió el tiempo — Agrego Xingqiu.

— ¿Hablan de ustedes? Vaya Xingqiu, nunca pensé que fueras un chico infiel y usted señorita Hu Tao la acabo de conocer y resulta que se mete con menores, que decepción — No era especialmente fan de los conflictos, pero si le causó cierta satisfacción decírselos.

— ¡¿Eh?! — Dijeron ambos al unidos muy indignados e incluso mirándose el uno al otor con asco.

— Bien, bien ¿Dónde está Klee? —.

— Está cepillando el pelo de Razor ¡Xingqiu y yo le dimos un baño! — Habló con orgullo de su hazaña.

— No hables con tanto orgullo que yo hice todo ¡Casi pierdo mi mano! — Se quejó indignado.

— Okey, no los vuelvo a tomar en cuenta como niñeros — Concluyó Albedo.

Hu Tao y Xingqiu siguieron discutiendo por detrás de Albedo mientras este iba a ver a Klee la cual efectivamente estaba cepillando el pelo de Razor.

— ¡Albedo volvió! — Exclamó contenta para lanzarse a abrazarlo — Tus amigos son muy extraños —.

— Chico azul hablar mucho cosas extrañas — Agrego Razor.

— Supongo que puede ser algo pesado, pero es un buen chico —.

Pasarón el restó del día paseando y disfrutando de las calles de Liyue ya que mañana volverían y probablemente pasaría un tiempo sin volver a salir de Mondstadt así que era un buen momento para aprovechar el tiempo.

— Fue un gusto tenerte aquí, eres bienvenido cuando sea — Dijo Xingiqu con tranquilidad, aunque por dentro sufría la partida de Albedo.

— ¡Me caíste bien nuevo amigo! — Agregó con una sonrisa Hu Tao.

— Ha sido un gusto tener su compañía — Agradeció Albedo.

— ¡Hu Tao y Xingqiu son geniales! — Exclamó Klee.

— No gustar baño — Se quejó Razor.

Y con ello partieron de regreso a Mondstadt, Klee se quedó a las afuera de la ciudad para ir a jugar y explorar con Razor mientras que Albedo si que regresó a casa encontrándose con Mona tocando la puerta.

—¡Vamos Albedo! ¡¿Cuánto días más vas a ignorarme?! — Exclamaba mientras metía patadas a la puerta.

— Estoy aquí... —.

— Vaya... ¿Entonces no estabas ignorándome? ¿Sabes? ¡Tengo hambre! — Reclamó indignada.

— Me fui de viaje unos días — Explicó mientras abría la puerta — No es como que te haya perdonado, pero supongo que el rencor es un gasto de energía innecesario — Explicó con tranquilidad.

— ¿Significa que todo bien? Siempre supe que era alguien sensato —.

— En cualquier caso... En mi viaje me encontré a alguien interesante — Comenzó a relatar Albedo.

— ¿Enserio? ¿A quién? —Preguntó mientras abría las alacenas en busca de comida.

— Creo que te va a sonar el nombre, ya sabes... Scaramuche — Obviamente estaba mintiendo y por muy racional que fuera quería una venganza y al ver la expresión de Mona sabía que lo estaba consiguiendo — Bueno la verdad es que es un chico muy curioso y no hablé mucho pero tu nombre no tardó en salir en la conversación cuando le comenté que venía de Mondstadt y no tardó en preguntarme por ti — La expresión de Mona era oro puro y ganas de reír no le faltaban.

— Y-y ¿Qué le dijiste? —.

— Oh bueno, ya sabes... Que estabas loca por él y que ansiabas volver a verlo parece que le emocionó la idea y quería venir ¿No te lo encontraste? —.

— ¡¿Qué?! Estas mintiendo, no puedes engañarme ¿Sabes? Igual puedo saberlo con solo- — Su amenaza fue interrumpida.

— Si quieres inténtalo, pero es tiempo que estás perdiendo podría estar en este instante en Mondstadt preguntando por ti —.

— Te juro que... ¿Sabes qué? Me voy, pero cuando vuelva y descubra que es mentira yo-yo ¡Comeré doble ración! — Tampoco podía hacer una amenaza gigante, era el lugar donde solía comer además sabía lo que había hecho y con ello se retiró.

Sabía que Mona no tardaría en darse cuenta que era una mentira, pero al menos la tendría con los pelos de puntas un rato y aunque la venganza no fuera sana le daba cierta satisfacción sabía cuanto odiaba a ese chico, pero a veces parecía que sus palabras de odio eran los de una adolescente negando su amor incondicional por el chico de turno, lo odiara o no seguro que estaba de molesta.

— ¡Te encontré! — Exclamó Mona — Aunque estabas más lejos de lo que imaginé — Susurró para sí misma...

— ¡¿Ah?! ¿De qué hablas estúpida astróloga? ¿Me extrañabas y viniste a buscarme? — Comentó con burla Scaramuche.

— ¿De que hablas? Tú eres el que no puede olvidarme, aunque lo entiendo soy genial —.

— Sí... No se de que hablas—. 

Amor Entre AlquimistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora