En la cuidad laberinto existe una familia.
La familia más fuerte de todas.
Una familia liderada por un dios peculiar.
Un dios de blanca cabellera y ojos cual rubíes.
En una habitación bastante elegante, sentado en un sofá enfrente de un gran mirador, un hombre joven de cabello blanco y de ojos rojos dijo aquellas palabras con una voz melancólica.
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Aquí vamos de nuevo---
Un hombre bastante corpulento y alto, habló en un suspiro mientras veía al peliblanco.
Oye, Ottar--- habló el peliblanco al hombre parado al lado suyo.
No debe--- habló Ottar con un tono fuerte y en un instante.
Ni siquiera he dicho nada, aún--- se quejo el peliblanco.
Estabas a punto de decir que era hora de buscar tu nuevo destino--- habló Ottar con cansancio..
Oh vamos... En esas salidas fue donde te recogí a ti y a la mayoría de mis niños--- habló el peliblanco con una sonrisa.
Ottar se vio acorralado incapaz de contradecir a su dios.
El Boaz vio ligeramente a su Dios, cabello blanco cual nieve y un rostro sumamente hermoso, la representación de la belleza masculina... El dios de la Belleza Bell.
En estos momento, Bell estaba teniendo otro de sus ataques. El mencionado "Encuentro" era el momento donde conocería a la persona con la que estaba destinada a estar algún día.
El estaba planeando emprender un viaje sin rumbo para obtener el encuentro que tanto deseaba.
Para Ottar y el resto de la <Familia Bell> su Dios era el único objeto de su absoluta lealtad, a quien le ofrecían todo su respeto, y veneración.
En lo que a ellos respectaba, la idea de que el se fuera a un viaje sin compañía les hacía temblar.
¿Ottar? ¿Cuándo aprendiste a hablarme así?---- habló Bell con algo de diversión.
Por lo general nunca tomaría ese tono con usted, Bell-sama. Sin embargo, como sus sirvientes, es nuestro trabajo detenerlo si es necesario por su propia seguridad--- habló Ottar con una voz tranquila.
Bell simplemente se quedó callado.
Con cada una de sus palabras el Boaz intentaba hacer entrar en razón a su Dios, como el Dios de la familia más fuerte de Orario y de la que llevaba el estandarte de la "Justicia" la familia que en la época más oscura combatió directamente con las fuerzas del mal y las eliminó... Como el dios de tan aclamada familia debía comportarse como tal, sus acciones podrían afectar en gran medida a toda la cuidad.
Una vez en el pasado Bell fue a un paseo por Orario sin llevar a ninguno de sus dependientes.
Si bien nunca fue más allá de los muros de la cuidad, aún estaba completamente solo en una de las ciudades más grandes del mundo. Ottar y los demás, comprensiblemente, habían entrado en pánico y habían puesto la ciudad patas arriba buscando a su dios.. Lo cual llevó a que casi estallara una guerra encontrá de las familias Ganesha y Astrea.
