Aria
Hoy ya es viernes así que eso significa que he quedado con los chicos para salir de fiesta, así que me tengo que empezar a preparar para que no se haga tarde, cojo el vestido que compre cuando fui con Emily y me lo pongo, empiezo a maquillarme como siempre hago, pero hoy decido pintarme los labios de rojo así combina con el vestido, pienso que hacerme en el pelo y me decido por un moño bajo arreglado y en el que dejaré un par de mechones sueltos. Empiezo a peinarme, pero veo que se me hace complicado agarrar el pelo en el moño así que llamo a mamá para que me ayude.
Salgo de la habitación y le grito para que me escuche porque de seguro está en la cocina haciendo algo de cenar y no se entera.- Mamaaa.
- Dime Aria.- me responde ella de la misma forma.
- Sube un momento a ayudarme con el peinado.- le respondo ahora entrando en mi habitación de nuevo.
No escucho que me responde así que doy a entender que ya viene, espero unos dos minutos y la veo aparecer por la puerta con un vaso de zumo en la mano.
- Te lo he preparado.- me dice extendiendo el vaso el cual cojo.
- Gracias.- le doy un sorbo y lo dejo en el escritorio.
- En que necesitas mi ayuda cariño.- me pregunta mientras se sienta en mi cama para atenderme.
- Es que estaba intentando peinarme, pero no puedo, era por si me podías hacer tú el moño.- le digo, voy al lavabo y cojo las cosas que necesito, qué son las pinzas y el peine.
- Vale intentaré hacerlo lo mejor que pueda.
- Vale, toma mamá.- extiendo mi mano dándole el peine junto las pinzas.
Mi madre empieza recogiéndome el pelo en una coleta y después lo enrolla haciendo la forma del moño siento como empieza poniendo las pinzas para terminar de agarrar el pelo, me dejo sueltos un par de mechones de la parte de adelante para que le dé un toque desarreglado.
Me fijo en mamá y veo desde el espejo que está sonriendo y tiene los ojos un poco vidriosos.
- Qué te pasa mamá.- le pregunto ahora algo preocupada.
- Nada cariño, es que mientras te peinaba me han venido recuerdos de cuando eras pequeña y te peinaba para ir a clases.- empieza a decir ahora mientras deja el peine en el escritorio.
Me rio antes su comentario, me levanto de la silla y voy a darle un abrazo que me responde la segundo.
- Es que has crecido muy rápido cariño.- me dice mientras me da un beso en la frente.
- Si mamá, las personas crecen.- le digo riéndome para alegrar el momento.
Después de ese momento mamá se despide de mí dejándome sola en la habitación, miro el reloj y veo que ya es hora de irme, así que por último me pongo unas bambas para poder conducir bien y en la mano cojo los tacones que me pondré al llegar a la discoteca. Cuando voy a salir de la habitación me acuerdo que no he cogido el móvil ni las llaves así que vuelvo a entrar y lo cojo.
Me despido de mis padres y salgo de casa para coger mi coche que lo tengo aparcado en la acera, me subo y arranco en dirección a la discoteca donde hemos quedado. Cuando llego hay bastante gente en la cola, aparco el coche en el primer a aparcamiento cercano a la entrada que encuentro y antes de bajarme me cambio las bambas por los tacones. Cierro el coche con llave y me acerco a la gran cola, busco con la mirada a mi grupo de amigos, pero solo encuentro una cara conocida, Gareth. Me acerco a él, pero no está solo, está con una chica, a la cual se le ve muy animada hablando con él, pero por la forma en que se inclina sobre él para susurrarle algo al oído puedo notar por mi instinto de chica que ella quiere tener algo más que una conversación con Gareth. Se me frunce el ceño sin pensarlo y decidida adelanto mi paso cuando oigo la risa de Gareth. Al llegar a ellos veo como Gareth me mira y aparta la mano de la chica que tiene apoyada en su hombro, me acerco más a él y le saludo dándole un abrazo y un beso en la mejilla, veo como Gareth ante mi acto tarda en reaccionar, pero finalmente me regala una sonrisa.
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Sensaciones entrelazadas
Ficção AdolescenteUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...