CAPÍTULO XLIV: LA VERDADERA ESENCIA DE LOS PROPÓSITOS (5)

392 43 4
                                    

ATENCIÓN, EL PRESENTE CAPÍTULO TIENE ESCENAS +18. SI ERES MENOR DE EDAD SE DISCRETO, SI NO LES GUSTA BRINQUEN LA PARTE. POR FAVOR NO DENUNCIEN NI NADA, NO QUIERO TENER PROBLEMAS CON WATTPAD Y QUE ME ELIMINE LA HISTORIA QUE DE PASAR YO NO LA RESUBIRE. POR SU ATENCIÓN GRACIAS.

***

Abordaron muy temprano, mejor dicho apenas terminaba el día cuando estaban ya en el aire. De nuevo en un viaje privado y sus padres estaban allí, apenas con los ojos abiertos e intentando mantenerse despiertos para vigilarlos.

Shô miraba de mala gana a Yuzu y esta se limitaba a sonreírle con cortesía. Mei no podía creer que hacia unas horas habían hecho el amor. Sí, aunque sonara difícil de creer, Yuzu le hizo el amor. Fue luego de acordar volver; regresaron al hotel y acudieron a sus sesiones con Lee, como cada día y tras comer un poco, se quedaron en la habitación de Yuzu para platicar un poco.

Mei solo recordaba que Yuzu le invitaba a jugar en esa consola de apariencia de modem de internet. Aunque iniciaba con la tutoría básica de los controles, Mei era realmente mala al inicio y conforme pasaba las partidas ganaba de formas arrasadoras.

- ¡Eso es trampa! -le había dicho Yuzu lanzándose sobre ella para molestarla. - ¡Eres una pequeña embustera!

- ¡Yo no hago trampa! -le respondió riéndose mientras intentaba alejar a Yuzu. –Es solo que tú eres mala para esto.

El comentario había conseguido que Yuzu soltara una risa tan alegre y jovial que se incorporó para mirar a Mei con expresión infantil.

-Llevo años jugando en consolas y aun así me llamas "Noob". -se señaló ofendida. -Hieres el ego.

Mei le había arrojado la almohada en la que se sentó para jugar en el suelo y esta golpeo la cara de Yuzu y logro hacerla caer de espaldas al suelo. Yuzu no dijo nada ni se movió, solo se quedó queta y eso alarmo a Mei que se acercó a revisar a la rubia que la jalo hacia sí y le dio la vuelta para quedar sobre ella.

-Uh, uh, ahora quien esta abajo. -dijo burlona.

- ¡Creí que te paso algo! -dijo Mei molesta y le golpeo los hombros.

- ¿Una almohada pudo romperme la cara? -cuestiono sarcástica. - ¿O me consideras muy débil o muy imbécil?

-Ambos. -respondió Mei con esa expresión áspera y superior.

Yuzu medito la respuesta de Mei y acerco su frente a la de ella con sigilo de gato receloso.

-Acabo de recordar algo. -dijo en un susurro, como si fuera algo tan importante de saber.

- ¿Qué es? -pregunto curiosa.

Yuzu mostro una expresión dudosa y acerco sus labios al oído de Mei para contarle la tan inesperada información.

-que eres una mocosa engreída, Mei Aihara.

Fue un momento donde ambas se miraron sorprendidas de eso, luego Mei con el uso de toda su ira sujeto las mejillas de Yuzu con fuerza y las comenzó a mover como si estirara masa para pan.

-Y tú al parecer una suicida en potencia. -sus ojos violetas mostraron la determinación a sacarle la piel de un solo tajo de cuchillo.

-Puede ser. -dijo en un tono áspero, no quería sacar a colación el suceso de la otra vez. -Solo que cuando te veo... algo dentro de mi quiere molestarte para conseguir que hagas pucheros.

La respuesta sincera de Yuzu junto al momento fue lo que las hizo bajar la guardia, olvidándose de que al estar juntas pasaban cosas un tanto indecentes. No recordaba bien como empezó, pero tenia la sospecha de que ella había iniciado los besos y las caricias apropiadas para empezar a hacer el amor.

EN BUSCA DE LA LIBERTAD  (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora