¿Creíste que era el final? Apenas esta comenzando. Lo que al principio parecía una luz que guiaba a un final feliz se convirtió en una oscuridad ahogada que podría poner en riesgo un amor como el de ______ Miney y Joel Pimentel, tantos secretos, tan...
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Rei dándole una calada al cigarrillo, — ¿Crees que quiero saber? ¡Claro que quiero, de otro modo no te hubiera preguntado!
— Bien solo por que así lo quieres, se llama Erick Colón y no es tan santo como aparenta.
— Solo dime que fue lo que hizo ¡Joder!
— Me robo. — tensa la mandíbula, — ese chiquillo me robó 17kg de cocaína no se para que ni se como, era mi contador por si no lo sabes sobrina, yo tengo una empresa de textil que como ya sabes vende todo menos textil ¡Pues ese hijo de puta me robó cocaína y 8 millones de dólares!
Me carcajee, — ¿Te estas deteriorando por 8 millones? Puedo depositarlo a tu cuenta en este mismo instante si es lo que quieres.
— Quiero matarlo.
— Aunque haya consumido Cannabis o metanfetaminas, linda, no lo harás.
Niega, — No lo entiendes.
— No, sí lo entiendo, Claro que lo entiendo de hecho la que no entiende las cosas al parecer aquí eres tú ¿sabes porque? no sabes porque y te lo diré estoy segura de que no estás dispuesta, ni sabes cómo acabar a Sabino porque de ser así lo hubiese hecho hace mucho tiempo atrás ¿no lo crees?
— Si no lo he hecho es por que te estaba esperando.
Sonrei, — Pues empieza a ejecutar tu plan sola por que no seré parte de el si incluye a mis amigos.
— La asesino.
Mi sonrisa se desvanece, — ¿A quién?
— Lenna.
Alzo la ceja, — ¿Lenna?
— Tu tía... Lenna, mi hermana.
Rei, — No voy a creerle la historia Caperucita sin antes escuchar la parte del lobo.
— Te vas a arrepentir.
— No, yo nunca me arrepiento de lo que hago y es mejor que te alejes de mi ya me enfadaste lo suficiente.
— Largo de mi casa. — dice entredientes.
Rei con cinismo, — ¿A esto llamas casa? — hice un mohin.
— ¡Largo de aquí!
— Igual, ya me iba necesito una motocicleta... — camine hacia la salida, — ¡Ah! Y gracias por enseñarme a conducir y por los Cannabis.
— ¡Largate!
Salí del lugar riendo, era cómica la situación tan sólo el hecho de pensar de que Erick pudo estar involucrado en drogas o que realizara el robo me hacía añicos el corazón y parecía que las metafetaminas no hacian efecto ante las malas noticias, al salir de ahí fui directo a comprar una motocicleta no estaba bromeando respecto a eso.
