21/05/2021

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Soñé que me encontraba en una extraña ciudad: Aquel sitio parecía falso, como una especie de escenario dispuesto para una obra teatral o cinematográfica, aunque las dimensiones de sus calles eran enormes: A través de las mismas únicamente transitábamos yo y otro hombre, un sujeto desconocido, con barba, lentes y cabello largo; ese otro hombre parecía ser algo así como un director de cine.

Yo conversaba con él con respecto a la posibilidad de hacer una adaptación fílmica del libro La Historia Interminable de Michael Ende en dicho local, refiriéndole un sueño que había tenido, en el que visionaba cómo es que Atreyu era percibido por el Gmork, inmenso lobo negro a través de aquel mismo escenario: En un momento dado, Gmork alcanzaba a darle un arañazo en la mano al joven Atreyu, y en cuanto yo terminaba de referirle mi sueño al director, esa misma herida aparecía en mi propia mano.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora