25/05/2021

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Soñé que era un anciano residente de un asilo: Era un sueño confuso, donde las escenas acontecían de forma no lineal; lo primero que acontecía era que un grupo de tres ladrones irrumpían en el asilo asesinando a los residentes, pero yo conseguía salvarme justo a tiempo encerrándome en el baño, huyendo a través de un ducto de ventilación.

Antes de ingresar al ducto, recuerdo haber dejado atrás una mascarilla que llevaba puesta, y una vez allí dentro me invadía el terror ante la posibilidad de ser descubierto por los ladrones.

Eventualmente, yo lograba ponerme a salvo, mientras que los ladrones eran muertos a balazos por la policía. Tiempo después, estando ya a salvo, me encontraba frente a un televisor, donde observaba escenas del pasado, las cuales me envolvían y se sentían tan reales como si las estuviese viviendo en carne propia.

La escena ubicada en el pasado más distante tenía lugar en una casa de ópera, donde se realizaba una función de gala: Únicamente las personas ubicadas en los palcos más altos podían presenciar este espectáculo con claridad, mientras quienes se encontraban en los palcos inferiores no podían disfrutarlo a plenitud.

Yo (Con la apariencia de un muchacho) conseguía ascender hasta uno de los palcos superiores, acompañado por una muchacha que yo reconocí como una de mis compañeras de secundaria, llamada Grace, quien no mostraba demasiada simpatía hacia mí, mostrándose claramente fastidiada por mi presencia en ese lugar.

Dos asientos rojos nos fueron provistos para contemplar la función, más antes de hacerlo, fue necesario que firmásemos varias hojas.

Luego, las escena cambiaba por completo, viéndome convertido en un anciano, que recordaba ms días más felices en compañía de mis otros compañeros de asilo, ancianos como yo: Recuerdo que nos divertíamos recorriendo a través de las verdes inmediaciones de aquel lugar, yendo a nadar hasta un lago hasta la llegada del atardecer.

Pero en mi inconsciente yo recordaba la llegada de los ladrones al asilo y la muerte violenta de quienes eran mis amigos; esa era una certeza que ensombrecía mis alegrías vividas durante aquellos instantes.

Yo me decía a mí mismo: "Esto es un recuerdo, sólo una serie de trece capítulos, en cuanto llegue el capítulo número trece los ladrones vendrán a matarnos a todos..."

Tal pensamiento me afligía y me aterraba, como una certeza inevitable. Era como ser parte de una tragedia prevista de antemano, imposible de evitar.

Una guerra debía estar dándose en alguna parte del mundo, puesto que al asilo venían a vernos ocasionalmente un grupo de soldados, que vestían un uniforme parecido al de los soldados americanos durante la guerra de Vietnam. Uno de los soldados era Mel Gibson, en su papel de Hal Moore en la película "Fuimos Héroes".

De vez en cuando los soldados hablaban con nosotros y participaban en nuestras actividades, pero de un momento a otro, ellos dejaban de venir, y yo me preguntaba si ellos habrían muerto en la guerra.

Al final de mi sueño, cuando todo había quedado atrás, y ya no me sentía más parte de una serie de televisión, yo descubría frente a mí un aeroplano de color rojo, que casi parecía de juguete.

Yo abordaba el aeroplano, y luego de ponerme unas gafas de aviador, lo hacía volar, perdiéndome en medio de una luz blanca, invadido por una extraña paz al tiempo que sentía que ese era también el final de mi vida.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora