Capítulo Único

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Junio se acercaba y con él la celebración del tercer aniversario del grupo. Los siete chicos trabajaban más duro que nunca en sus presentaciones, querían recompensar a su adorado Army el amor que habían recibido durante todo ese tiempo de la mejor manera posible.

Jimin y Jungkook trabajaban juntos en una coreografía para celebrar la inminente mayoría de edad del maknae del grupo. Pero además de eso, el pelinegro se encargaba de ayudar a Namjoon con su propia presentación, ya que bailaría una canción que él conocía bien.

- ¿Crees que podré hacerlo? - le preguntó el líder, preocupado, en una de sus tantas tardes de ensayo. Jimin asintió con la cabeza sin dudarlo ni un instante.

- Estoy seguro de que lo harás bien, hyung. Army amará la batalla de baile entre tú y Jin hyung. - el rubio se echó a reír, avergonzado, mientras secaba el sudor de su frente. Tanto él como el mayor del grupo habían decidido salir un poco de su zona de confort para sorprender a los fans.

- Espero que estemos a la altura, no quiero decepcionarlos. - el pelinegro le regaló una reconfortante sonrisa mientras negaba con la cabeza, tenía claro que eso no pasaría.

Estuvieron ensayando durante horas sin parar, hasta que el cansancio comenzó a hacerse presente y los chicos fueron saliendo uno a uno de la sala de prácticas para volver a casa. Todos excepto Jimin y Jungkook, que acostumbraban a quedarse los últimos siempre bailando.

- ¡Ah, Jungkookie! Aún no se cómo me has convencido para hacer esto. - se quejó él pelinegro, avergonzado, viéndose en el espejo mientras ensayaban la canción por última vez antes de irse.

- No es para tanto. - le respondió él, tratando de aguantar la risa que le provocaba ver las tiernas mejillas encendidas de su hyung. - ¿Desde cuándo tú sientes vergüenza bailando?

- Desde que me haces bailar está canción contigo, ¿es que acaso no has oído la letra? - Jungkook estalló en carcajadas al ver su cara de indignación y se dejó caer en el suelo.

- ¿No te gusta, Jimin-ssi? - le preguntó riéndose mientras se revolcaba por el suelo.

- Sabes que los fans van a hablar. - le dijo el mayor, dejándose caer en el suelo junto a él.

- ¿Y acaso es mentira lo que dicen? - Jimin se tapó la cara a causa de la vergüenza, mientras una nerviosa carcajada salía de sus labios.

- No sé de qué me estás hablando. - mintió con descaro. Lo sabía y demasiado bien.

La tensión entre él y el maknae del grupo comenzó a hacerse demasiado evidente unos meses atrás. Al pelinegro siempre le había gustado Jungkook, era algo que solo intentaba disimular cuando estaban en público, pero todos en el grupo sabían lo que pasaba.

Al principio el menor no le correspondía demasiado, eran buenos amigos y nada más. Pero ambos fueron creciendo y entendiéndose, y llegaron a conectar de una manera especial.

Dormían juntos casi todas las noches. Incluso a veces en los hoteles cuando salían de gira, a escondidas del staff, uno de ellos se escapaba a la habitación del otro. Pasaban horas y horas bailando juntos, jugando a videojuegos o cantando. Todo el mundo en su entorno más privado era consciente de que allí donde estuviera uno, encontrarían al otro.

En las últimas semanas se habían hecho aún más cercanos. Ambos sabían que se gustaban y más de una vez se habían dejado llevar por el sentimiento. Se habían robado besos, caricias y palabras bonitas. Pero la cosa nunca había ido más allá de unos temerosos toqueteos bajo la ropa.

- Hace días que no vienes a dormir conmigo. - le reprochó Jungkook, haciendo un puchero, mientras miraba fijamente el techo de la sala de prácticas.

Own it [JIKOOK] One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora