TAL VEZ EN OTRA VIDA

1-¿Es el final?

El ruido en las afueras de su casa despertó al par de hermanos, bastante extrañados oyeron los gritos desesperados de sus padres, tras un momento de silencio su madre llego corriendo a su habitación.

—A-Huan—la carrera desesperada que hiso desde la planta baja a la habitación de sus hijos la dejo sin aliento—Recuerdas el lugar que mama te enseño en la habitación de invitados— espero un momento para que el niño de 9 años asintiera—Ve ahí con WangJi, tienes que entrar y no salir de ahí hasta que mama vaya a verte, si no soy yo quien llama no deben salir— su tono de voz era muy serio y severo.

El pequeño Lan WangJi no entendía bien que era lo que pasaba, pero tomo la mano de su hermano y salieron de aquella habitación mientras su madre tras darles un pequeño beso en la frente se perdía en la oscuridad volviendo al piso de abajo.

Llegaron a la pequeña habitación—Tranquilo, mamá volverá pronto— le dijo su hermano, quien en su rostro mostraba una gran preocupación por sus padres pero trato de sonreir para su pequeño hermano, ahí movió unos objetos, luego una parte de la pared pareció moverse, mostrándole una habitación oculta donde los dos entraron y volvieron a cerrar sentándose en el lugar y esperando.

Los gritos no cesaban, en medio de aquel caos no podían distinguir lo que decían, quien sea que llego a la casa buscaba algo con desesperación, algo que sus padres no podían darle, por lo que se enojaban cada vez más, hubo una pelea final donde se oyó como se rompían cosas seguido del retumbante sonido.

—Busquen a los niños—una voz desconocida para ellos se oyó bastante cerca, pero ellos obedecerían a mamá, no saldrían de ahí a menos que fuera ella, el lugar era frio y sin ventanas por lo que no sabían que era lo que estaba pasando afuera, el tiempo pasó y el pequeño Xichen abrazo y cubrió con el abrigo que llevaba a su hermano quien con tan solo cuatro años luchaba por mantenerse despierto.

Cuando todo parecía haber vuelto a la calma, percibieron un olor bastante fuerte que los dos pudieron reconocer, muy tenue al inicio pero cada vez se concentraba más, el característico olor a quemado, en ese momento la entrada a aquel lugar se abrió, vieron a su madre llena de golpes y sangre, incluso en su cuerpo parecían existir varias heridas que manchaban de rojo escarlata la ropa siempre impecable de su madre, por la ventaba observaron que su casa estaba en llamas.

—Mamá— los dos sonrieron al verla.

—Tenemos que salir de aquí— tomo a WangJi en sus brazos—A-Huan no sueltes a mamá— dijo haciendo que su hijo tomara fuertemente una parte de su abrigo.

Empezaron a caminar, el lugar parecía haber sido arrasado por una tormenta, su madre cojeaba ligeramente, con un brazo rodeaba el pequeño cuerpo de su hijo mejor y en su otra mano llevaba un arma, así como las de plástico que les habían regalado en su cumpleaños cuando el par de niños querían jugar a ser policías.

El humo se volvía cada vez más espeso—¿Dónde está papá? — pregunto WangJi mirando a su madre con lágrimas en sus ojos, ella hizo una mueca, no sabe si trato de darle una sonrisa tranquilizadora pero no se podía notar debido a las tumefacciones y heridas.

—Estará pronto con nosotros—susurro cálidamente.

—¡AHÍ ESTAN! —grito un hombre mirándolos, la figura era borrosa por el humo oscuro que envolvía la casa, Lan Wang Ji miro al hombre que corrió tras ellos antes de que el sonido de otro disparo retumbara y el grito ahogado de su madre reflejara el dolor del impacto, su ropa era oscura con una insignia bastante rara justo a la altura del corazón, la imagen de esa persona se grabó profundamente en su mente.

Su madre se dio vuelta y disparo contra el hombre tantas veces como pudo, antes de volver a tratar de correr, cuando llegaron a una puerta bastante rara en la parte trasera de la casa la mujer tomo su celular enviando un mensaje a alguien.