LAS PERSONAS SON TU FUERZA Y TU DESTRUCCIÓN

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STHEPHEN: 

Todas las sombras que tiene el amor, aquellas que nadie ve, aquellas que te hacen florecer de las que dependes algunas veces, estas te dan vida, pero también te la quitan. Es como si estuvieras en una caverna oscura y llegará un pequeño rayo de luz, que te encandelilla y te obliga a ver hacia otro lado, pero que al pasar el tiempo te impregna de brillo y te hace ver todo de una manera diferente.

Eso, eso lo logró ella, a quien veía como la esperanza que necesitaba para seguir, aunque no sabía si al final este amor me dejaría salir con vida. Veía mi futuro con ella, pero mis celos me la arrebataron de la manera más cobarde. Ahí entendí que el mundo suele ser cruel al arrancar tus alas y obligarte a volar, al hacerte olvidar aquellas cosas buenas y enseñarte de la manera más despiadada que sin alas, SI se puede volar.

Aunque entendí todo muy tarde, no había nada que hacer, yo la había esperado, la había amado pero la vida me la quitó, mis absurdas decisiones y mi desesperación por atención la cansaron y la luz que compartíamos comenzó a apagarse y eso me obligo a fundir mi alma a la de ella, yo quede atrapado dentro de su corazón, y el problema no era ese, el problema era que su corazón había dejado de latir por mí y yo había quedado atrapado, mi vida se la di a ella y ella simplemente me había dejado en el olvido. Lo único que pude hacer fue seguir adelante, aunque ya no tuviera razón suficiente, seguiría mi camino y esta amarga experiencia la plasmaría en poemas, en libros, en novelas ella ya había sido la fuente de inspiración de miles de escritos, estaba creando arte gracias a la manera en que ella me estaba mostrando el mundo, un arte tan dulce y melodioso, pero cuando me abandonó mi arte se volvió triste y depresivo.

Todo eso fue ella, un maldito asalto a todos los sentimientos que habían dentro de mí, entro saco todo y se fue así sin más, sin ninguna explicación y de la manera más caótica que podía existir.

Mi mejor amigo y compañero de universidad me leía todos los días una frase de un de sus libros favoritos:

"No importa cuánto le llores al destino, si te quito algo o te hizo daño lo hizo para que veas la gran persona que eres" aunque en este caso el libro que leía eran más bien escritos de una de sus amigas, pero sentía que se acomodaba perfecto a lo que me estaba pasando.

Me sentía devastado, pero todos los días me intentaba dar fuerzas para continuar, porque yo si pensaba cumplir mis sueños, con o sin ella, lo haría, lo lograría y le demostraría que, aunque su ausencia me rompía un poco más todos los días seguiría luchando por los planes que un día hicimos y que nos hacían felices. Sé que ella no tenía la culpa, yo la presione, pero es que no lograba comprender sus comportamientos, la amaba porque su enigma y misterio me envolvía en una curiosidad constante, pero eso no le daba derecho a dejarme de la manera en que lo hizo y romperme el corazón como lo hizo.

EL ARTE DETRAS DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora