❝Capítulo veintisiete❞: You lied to me

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 "No eres la única que tiene problemas

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"No eres la única que tiene problemas.

Ambos los tenemos.

¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"

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📍 Philadelphia , PA

La cena había pasado y lo único que fue llevadero era la voz de Max contar cosas ficticias. Nadie se quejaba, era una forma de aliviar la tensión que sentían los adultos. Incapaces de hablarse entre ellos, se evitaban como dos niños ignorando que tienen que bañarse. Divertida metáfora teniendo en cuenta que fue una pelea que hubo en la casa porque Max no quería bañarse. Claramente Jughead soltó un "Si no te bañas ahora, te apestaran las bolas. Además no olvides de correrte la piel"

La rubia rió mientras el niño molesto soltaba un "blah blah" cerrando la puerta del baño.

Y prosigues tú—aseguró señalando a la niña.

Yo ya estoy lista—sonrió.

Y tiempo después los niños se encontraban en sus camas mientras la rubia se despedia. Al cerrar la puerta del dormitorio de los niños pudo ver a Jughead salir acomodándose un traje luego de bañarse.—¿Te vas?—preguntó escondiendo sus palmas en su abrigo.

Si—aseguró sin levantar la mirada—. Recuerda el auto en la cochera.

¿Significa que no llegarás hasta mañana?

La miró y se encogió de hombros—Significa que no se cuando llegaré.

Si, claro—asintió como si estuviera de acuerdo, pero no tenía nada a que oponerse.

Bueno—este la miró al verla parada en el medio del pasillo. Quería pasar pero esta no se movía.

— ¿De verdad estás  en pareja?

No voy a responderte esa pregunta.

Deberías—señaló la habitación de los niños—, eres el padre de mis hijos y me gustaría saber porque son cosas que tendrían que saber.

No voy a mentirles. Si no lo digo es porque no necesario que lo sepan.

Claro. Buenas noches—soltó esta para entrar a su habitación.

Y él se fue, pero volvió tres horas luego tras gritos con la morocha. Iba bien, él se negó a cena y también a hablar de sus asuntos; Sus hijos no iban a ser tema de conversación. Copas de vino una tras otra acompañado con ciertas caricias mientras la televisión emitía algo que ninguno de los dos prestaba atención.

Tienes olor a—la morocha negó—, no lo sé. No lo distingo. ¿A perro?

Ah si bueno—dejó la copa—, estoy conviviendo con un perro.

We Have Issues// BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora