Capítulo 25

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Lo extraño.

Me acostumbré a él tanto que la reunión se amplió y ahora no se cuantas horas para terminarla y lo extraño.

Lo único que pasa por mi cabeza es su linda carita, su sonrisa, sus labios, su cuer....

No mejor no sigo ese pensamiento porque no es momento que alguien salga en busca de atención.

Busco un documento en mi maletín y siento algo extraño, saco todo empezando a buscar hasta que encuentro una bolsa de papel un poco pesada.

La saco del maletín y veo que tiene pegado un papel "Come cariño" automáticamente una gran sonrisa se coloca en mi cara sabiendo de quien se trata.

Abro la bolsa viendo un sándwich con una manzana y dos mandarinas, con razón se despertó temprano.

— Señor Min ¿está prestando atención? — asiento dándole una mordida a mi comida — No debería comer en una reunión.

— ¿Quien esta comiendo? ¿Usted o yo? Yo verdad entonces no se meta y continúe explicando que puedo comer y atenderlo al mismo tiempo.

Doy otra mordida prestandole atención a lo que él dice.

— Esta construcción es muy rentable puesto que pidieron especialmente a A.D Constructions, pero es en Japón, estamos dispuestos a pagarle los gastos si desea viajar a conocer el lugar donde se realizará la obra.

— Me parece perfecto — agarro una mandarina pelandola para pasar otra hora más en este martirio.

— Si acepta será una gran oportunidad para ustedes ampliándose por ese país.

— Es una buena oportunidad, me gustaría hablar con mi hermano pero en este momento está ocupado en una obra, en cuanto hable con el podremos decidir si aceptamos o no, pero necesito un último pedido.

— Si señor dígame.

— Trabajaremos con ciudadanos japoneses, así podremos darle empleos y ayudarlos.

— Si señor.

— Muchas gracias, terminamos la reunión — me levanto haciendo una reverencia completa hacia ellos y salgo de la sala.

Camino mientras recuerdo lo que mi niño bonito preparó, no entiendo porqué siempre se apartan todo el mundo de mi camino.

Bueno si entiendo pero no me importa.

— Llama a Taehyung, que venga a mi oficina — ordeno a mi secretaria mientras entro.

Diez minutos después llega él con unas bandejas en sus manos, mi secretaria le sostiene la puerta con una cara enojada mientras él sonríe acercándose a mi.

— Déjanos solos — ordeno y sale cerrando la puerta.

— Hola — me acerco ayudarle con las cosas.

— Hola ¿cómo fue tu primer día? ¿Qué es todo esto? — señalo todas las cosas de comida que tengo en el escritorio.

— Primero debes darme un beso — hace un puchero y me río.

— Ven amor — agarro su mano acercandolo a mi, me siento en mi silla con él en mi regazo.

Sostengo su cintura acercándolo más a mi, sube sus brazos alrededor de mi cuello y me acerco a besarlo.

Me deleito probando su boca con calma y sin prisa hasta que la falta de aire nos separa.

— Sabes a mandarina — lame sus labios — ¿Te comiste todo?

Mi Pobre Diablo (Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora