un acuerdo

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— me gustas — fueron las palabras del peli plateado.

Un silencio se hundió entre ellos y la joven azabache no sabía que responder. Siempre a visto a sesshomaru como un buen amigo, un consejero que siempre a estado a su lado cuando más le necesitaba, sin mencionar que siempre la ayudaba en una materia que ella no entendía, claro eso fue hace muchos años, pero aún así se sentía en deuda con él.

— sesshomaru yo... — su voz flaqueo dando unos pasos atrás — lo siento, pero yo amo a tu hermano — fue lo único que susurró antes de salir corriendo con los ojos tapados por su flequillo.

Él peli plateado se quedó en su lugar sin siquiera moverse de su sitio, estaba claro que ella ya amaba a su hermano menor, ambos fueron amigos desde la infancia, no era de sorprenderse que un día se enamoraran. Dando media vuelta siguió sus pasos como si ahí no hubiera pasado nada, no iba a llorar por una mujer, por más que le amara con locura, no iba a caer tan bajo como eso. Regresando por sus pasos se detuvo cuando una silueta llamo su atención, había una mujer sentada en un columpio con la mirada baja, ocultando sus ojos bajo su flequillo, sin pensarlo fue a donde ella estaba.

 Regresando por sus pasos se detuvo cuando una silueta llamo su atención, había una mujer sentada en un columpio con la mirada baja, ocultando sus ojos bajo su flequillo, sin pensarlo fue a donde ella estaba

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— yo... No se que decirte — murmuró un poco incómodo ante la confesión de la azabache. No pudo evitar tocar su nuca mientras miraba a su costado.

— si quieres puedes...

— amo a aome — la interrumpió. No quería lastimarla pero tampoco podía decir que también le amaba porque sabría que eso no era más que una vil mentira. Ella siempre fue como una hermana que nunca tuvo y posiblemente nunca vaya a tener, ella siempre fue una buena amiga y no quería perder su amistad por haberla rechazado de esa forma — siempre serás una buena amiga kikyo y no quiero perder esta amistad por esto... espero y entiendas — sin decir nada más se dio la vuelta y se marcho de ahí sin mirar atrás.

La joven sólo seguía en su mismo lugar que no tardó mucho en darse la vuelta y caminar en dirección opuesta. Llegando a un pequeño parque se sentó en un pequeño columpio, tenía la mirada baja, como si el suelo lleno de tierra fuera la gran cosa de observar, no tardó en ver como una sombra se detenía en frente de ella, pensó que era inuyasha por el largo cabello que tenía, pero supo que no era así cuando alzó la mirada.

— sesshomaru... hermano mayor de inuyasha - murmuró viendo la parecido que podrían haber sido si hubieran sido gemelos — *cabello largo y plateado... ojos color miel claro... tienen el mismo color de cabello y ojos, pero su personalidad es diferente* — pensó sin poder evitar compararlos.

— kikyo higurashi, y si no me equivoco eres la prima de aome — contestó de vuelta.

— exacto... Muchos piensan que somos hermanas por nuestros rasgos similares — contestó volviendo a bajar la mirada.

— por tu expresión puedo decir que él te rechazó por tu prima — no pudo evitar sonreír ligeramente ante la ironía.

— ¿Como sabes eso? — pregunto sorprendida al ser descubierta, ni siquiera recuerda haber hablado con él cuando iba de visita a la casa de inuyasha por unos proyectos es más, ni siquiera recuerda haber cruzado miradas cuando estaban en la misma habitación.

— tengo un buen ojo para saber cuando una persona está enamorada... Sin mencionar cuando le mira muchas veces cuando se levanta al baño o a la cocina — contestó con indiferencia.

Kikyo a penas y podía creer lo que escucho, había sido tan obvia cuando pensaba que era discreta.

— como sea — apartó la mirada un poco molesta al saber que había sido observada con la persona que apenas y cruzaban palabras — y puedo decir que tu también fuiste rechazado por mi prima — dijo con ironía, pero se sorprendió cuando él asintió la cabeza sin cambiar su expresión — yo... No lo sabía — susurró volviendo a bajar su mirada.

Sesshomaru miró los rasgos de kikyo, tenía el cabello azabache como aome, sólo que está la tenía lacio mientras que la otra la tenía algo rebelde, sus flequillos eran iguales, sólo que ella la tenía recto mientras que la otra la tenía desigual, ambas tenían el mismo color ojos avellana, sólo que el de ella era un poco menos expresivo mientras que aome los tenía más expresivos.

— *similar, pero distinto* — pensó para luego coger un mechón del cabello oscuro y acercarlo a su nariz y comprobar un último detalle: su aroma. Tenía un aroma muy peculiar, olía como cerezos mezclados con otro olor, que apenas podía reconocer, vuelta aome olía a vainilla mezclado con hierva buena — *sus olores son diferentes*

— ¿Qué haces? — pregunto cuando vio como este tomaba un mechón de su cabello negro y lo acercaba a su nariz para olerlo.

— sólo comprovaba una cosa — contestó soltando el pelo.

— bueno... — contestó un poco extrañada ante su actitud — y que piensas hacer hacer al respecto? — pregunto olvidando su incomodidad anterior.

— qué quieres decir? — pregunto arqueando una ceja.

— digo... Tu amas a mi prima y yo a tu hermano ¿No piensas luchar para que ella te ame? — pregunto mientras se ponía de pie.

— sólo mal gastaría mi tiempo — contestó sin darle mucho detalle.

— ¿Qué quieres decir con eso? — pregunto alzando su mirada.

— si en verdad se aman sólo seria inútil la batalla, porque la guerra ya está ganada — contestó.

— es verdad... Pero quien sabe... podríamos intentarlo.

— ¿Y según tu como? — pregunto mirándola fijamente.

— dándole celos — contestó.

No era del todo mala la idea, pero si era algo ridícula, pero aceptó ante eso.

— y con quien piensas darle celos? — pregunto sin poder evitarlo.

— no lo había pensado — contestó quedando pensativa ante su pregunta.

— Qué tal tu y yo — kikyo alzó la mirada sorprendida por su oferta — quién, si no los más cercanos a ellos — volvió a hablar al ver que ella no iba a decir nada.

— si, tienes razón... entonces tenemos un trato — extendiendo su mano la apretó con la otra para sellar el pacto. Solo tendrían que esperar unos días para empezar con su plan.

 Solo tendrían que esperar unos días para empezar con su plan

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en la sombra de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora