8 | El secreto de una relación rota

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N/A: Los amo, aquí tienen lo que les prometí, se lo ganaron. ¡A disfrutar, conquistadores!

Ya está, me voy a morir virgen y seca.

Axen bajó lentamente por las escaleras, ajeno a mi presencia. Con una mano se sacudía su cabello mojado y con la otra sostenía su celular.

Si esto era un comercial, Axen era el modelo perfecto. Me sumí en un trance. Tenía una camiseta oscura y unos tejanos sueltos. Su expresión era relajada. El Grinch se veía realmente bien.

¿Qué? Alana, no le seas infiel a tu crush. Él empezó a apartar la mirada del celular. Oh por dios. Este es mi fin. ¿Dónde me escondo? Me puse a caminar de un lado a otro buscando un escondite.

Si me ponía al lado de las patas de Ash, ¿moriría por la mirada de Axen o por la astucia de Ash?

Genial. Perfecto. Estaba destinada a morir por uno de los hermanos.

—¿Qué haces, chica de las medias raras?

Frené en seco mi plan de escape. Ash me sonrió con malicia.

Este es el fin de Sid, el perezoso.

Al escuchar «chica» y «medias raras» junto, Axen se detuvo a mitad de las escaleras. Levantó la mirada y dejó caer sus ojos oscuros en mí.

Si antes me quedaba una pizca de alma, ahora estaba seca. Me removí incómoda. Unos mechones oscuros le cayeron en la frente cuando se volvió hacia su mamá.

—¿Qué hace ella aquí?

Grosero. No me prestó atención, tampoco me saludó. Solo se plantó ahí con el cabello mojado en la frente, pidiendo explicaciones.

—Ella es Alana Disney, la nueva niñera. —Su mamá sonrió y se volvió hacia mí—. Alana. Él es Axen, el hermano mayor de Ash.

—Hola, Flynn. —Le saludé con una sonrisa inocente para pincharlo.

Él frunció el ceño, regresó sobre sus pasos y desapareció sin decir nada más.

—Él es así. —me explicó su mamá con una sonrisa de disculpa—. Ni un terremoto lo saca de su cuarto.

En mi pequeña mente malvada empecé a enumerar todas las ventajas que tendría si me quedo a trabajar en casa de Axen.

Estaría cerca de él así que podría molestarlo para que me ayudara con Adam, y además es el mejor amigo de mi crush. ¿Y qué hacen los mejores amigos? Paran juntos y se visitan constantemente.

Sonreí de oreja a oreja. Gracias pequeño ser infernal por cruzarte en mi camino.

—Tranquila, señora. Si quiere puedo cuidarla los cinco días.

—¿En serio? Eso me ayudaría muchísimo. Gracias.

Oh, sí. Mi plan Conquistar a mi crush y no morir en el intento estaba en marcha. ¿Quién dijo que el mejor era Sherlock Holmes? Pamplinas. La mejor era yo y Adam, el dulce plátano al final de la meta.

Espera. ¿Qué? Sacudí la cabeza. Estar con Etel me estaba afectando.

—Bueno, las dejo, chicas. —Echó un vistazo al reloj y se apresuró en ir a la puerta—. Alana, cuida bien de Ash. No te preocupes por Axen, es lo más parecido a un topo en esta casa.

—¿No le preocupa que sea una asesina serial?

La señora Danet me miró de arriba abajo y sonrió burlona, negando.

—No pareces una asesina serial y si lo fueras, tengo a mi propio asesino arriba en su cuarto que sí se viste como uno.

Cuando cerró la puerta, mi misión comenzó. Me volví hacia Ash, que no dejaba de mirarme como si fuera un bicho raro. Sí que era la hermana de Axen. Mismos ojos, mismo rostro.

Una Conquista ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora