Se volvieron tan cercanos, Marinette ya estaba más tranquila a su alrededor, a veces uno que otro tartamudeo se escapaba.
Pero eran amigos, buenos amigos.
Ella casi ya no tenía tiempo para pensar en él como antes, pero lo anhelaba cada vez que podía.Entonces... Le dolió.
Pensó que había un avance, que aquellas miradas que le dio a ella significaban algo.
Pero escuchó algo.
«Me gusta tanto...»
Lo escuchó sin querer, Adrien le hablaba a Nino de una chica que le gustaba. No dijo su nombre.
Pero para Marinette era obvio que esa chica NO es ella. Le dolía mucho.
Pero no como la primera vez.
No como cuando tuvo que soportar ver a Adrien y Kagami juntosYa estaba acostumbrada, a decir verdad. La verdad ya no se imaginaba que realmente sus sueños con Adrien se hicieran realidad.
Había resignación. Y eso.
Entró a clase, los saludó y pasó a sentarse al lado de Alya. Tal vez su tristeza era aparente o quizás no, pero su mejor amiga lo notó.
Incluso Nino y Adrien.
-¿Estás bien Marinette?- Murmuró Adrien, con aquel rostro que siempre le gustaba a Marinette, lleno de compasión y afecto.
-Sí- le dolía, él era tan lindo. Pero solo era su primer amor. Vendrían otros más.
El dolor aún estaba fresco en ella.
Entonces él le dijo:-Me gustaría hablar contigo después de la escuela, si estás de acuerdo- él parecía extrañamente tímido.
Ella no sabía que iba a pasar pero:-¡Claro Adrien!-murmuró Marinette sintiéndose nerviosa. Como una adolescente enamorada que siempre es cerca de él.
Pero sabiendo que aquel tiempo extra al lado de él seguramente le traería solo tristeza... O quizás una conversación amistosa, mejor una conversación de amigos. Realmente esperaba que él no le pidiera ayuda para salir con esta misteriosa chica.
No lo soportaría, pero no querría decirle que no a él.
La clase transcurrió en un parpadeo.
Marinette no podía creerlo.Alya la animaba en voz baja, pero ella se sentía mal, no quería tener que volver a ayudarlo con una cita.
Estaba bien si él salía con alguien más, pero Marinette no quiere saberlo.Se encontró con Adrien en la entrada, él le sonrió de manera nerviosa. Y ella no supo cómo actuar.
-Ho-hola Adrien-Sonrió a él. -Ya estoy aquí. -Esperó que él hablara.
-Marinette, todos estos meses he conocido más de ti y eso me hace tan feliz, eres una persona maravillosa. -dijo él apenado, pero aun así manteniendo su vista en ella.
-Y es por eso ¡que-quería que me ayudaras a invitar a salir a una chica a salir!- Murmuró nervioso, pareciendo casi maldecir en voz baja.
Lo esperaba. Marinette lo esperaba.
Solo que no deseaba que pasara esto otra vez. Está claro que él nunca la ve como una opción.
-¡No puedo! No puedo Adrien. - la voz de Marinette sonaba herida. Pero más que nada cansada. -No puedo soportar seguir fingiendo que no me gustas.-Ella no quiso ver la expresión que él tenía en el rostro. -Y no lo digo como amigos...
-¡Y sé que es incómodo, y todo será incómodo a partir de ahora!, pero ya no quiero que me pidas ningún consejo de ese tipo, no puedo mantener siquiera relaciones estables. No puedo ayudarte.-la última parte solamente era casi un sollozo.