La claridad del sol apenas se percibía por los pequeños huecos que dejaban las escasas ventanas. Faltaban dos minutos para que las luces fueran encendidas, y algunas horas para cumplir dieciocho años, lo que significaba salir de aquí.
El despertador sonó y las luces fueron inmediatamente encendidas. Hoy me encargué yo de apagar el horrible sonido que el despertador desprendía y de despertar a las demás.
En mi habitación éramos tres. Yo dormía en una cama a parte, y ellas en unas literas. Danielle, una de mis más preciadas amigas aquí, dormía en la litera de arriba. Jenna dormía en la de abajo.
Me deshice de las finas sábanas que proporcionaban más frío que calor. Me levanté y avisé a mis compañeras.
Cuando estábamos todas despiertas y dispuestas a ir al desayuno, les dije que era mi cumpleaños, indiferente, pues no le daba importancia a esas cosas.
-Muchas felicidades -dijo Jenna indiferente y yo se le agradecí.
Jenna también solía ser indiferente hacia éstas cosas, y era poco alegre, pero ahí dentro, ser poco alegre era lo más natural del mundo.
-¿Cuantos cumples? -preguntó Danielle. Danielle era mas pequeña, y a pesar de que sus enfermedades solían volverla deprimida, era la mas feliz de este sitio.
-Dieciocho.
Cuando dije eso, las dos se pararon y me miraron con los ojos abiertos.
-Pero entonces, ¡vas a salir de aquí! -dijo Jenna contenta por mi.
Asentí.
-¿Te vas? -preguntó Danielle. No sabía cómo descifrar su mirada, fingió una sonrisa, pero su tono era triste.
-Sí -murmuré.
No tuve tiempo a hablar más, los guardias nos ordenaron que nos dirigiéramos al comedor.
Y así hicimos.
La comida pasó en silencio, como siempre, descontando algunos susurros.
-No es que no esté feliz por ti, pero te voy a echar de menos -dijo Danielle repentinamente.
-Lo sé, pero volveré a verte.
-No, no lo harás, nadie lo hace. Pero no me enfada... Es natural, una vez que sales de aquí, no creo que quieras volver, ni si quiera a visitar. Este ambiente huele a enfermedad -contestó y siguió comiendo.
Me quedé mirándola unos minutos. Era verdad, una vez que se saliera de aquí, no querría volver. Danielle había sido como una hermana pequeña para mí, haciéndome el día a día menos duro y enfermizo. Intentaba cuidarla lo mas posible aquí dentro. Y entonces fuí consciente de que si yo me iba, tendría que valerse por sí misma.
-¿Prometes cuidarte mientras yo no pueda hacerlo? -le pregunté.
Sonrió y asintió. Tenía una sonrisa hermosa.
-Jolene Thompson -llamó la mandamás del lugar.
Miré sorprendida, ¿me iba ya?
El tumulto de mujeres en la sala dirigió su mirada hacia mí, hasta que un guardia les ordenó que siguieran comiendo.
-¿A qué estás esperando?, ven a recoger tus cosas -dijo con una sonrisa.
Dana era la directora del Centro de Ayuda de Seattle. Era la única persona simpática del lugar, en mi opinión.
Asentí y me levante.
Miré a Danielle, y ella también se levanto. La abracé temblorosamente, y dije "adiós" a mis compañeras.
Cuando observé el rostro de Dani por última vez, vi lágrimas acumulándose en sus ojos.
Temía las últimas palabras que nos dedicaríamos cuando crucé la puerta del comedor para recoger mis pertenencias.
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FILMS {Harry Styles, a.u}
Fanfiction"-Harry, ¿qué es esto? -pregunté abriendo el cajón de su mesilla, que se encontraba lleno de discos en cajas, lo que parecían ser películas. -¿El qué, amor? -dijo entrando en la habitación sin mirarme. -Cuantas películas tienes aquí... -dije y abrí...