Capítulo IV

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Me mantuve en esa posición por unos minutos y de pronto
escuché la voz de mi mamá que angustiada me hablaba. Abrí
los ojos y la vi. Me preguntó qué hacía allí y por qué había
roto el espejo. Le dije que yo no había sido y me regaño
enviándome castigado a mi habitación. Sólo voltee para ver
el vidrio roto del escaparate.

Esa noche vino mi papá a interrogarme y le conté todo lo que me había pasado y desde luego no me creyó y me dijo que como castigo pasaría tres días sin merienda y castigado en mi dormitorio. Al día siguiente, impulsado por algo desconocido, busqué en la basura y no observé por ningún lado los metales líquidos corriendo, sino puros fragmentos irregulares del espejo. Pensé que, o mi abuela me engañó o el metal se había endurecido por lo viejo. Entonces agarré un pedacito de aquel espejo y lo envolví en un pedazo de papel y lo guardé en mi habitación. El me recordaría que no debía volverme a esconder dentro de otro escaparate.

Pasaron varios meses y la experiencia del espejo se volvió un horror, ya que cada cierto tiempo, me asaltaban pesadillas en las que me veía dentro del escaparate convertido en cuarto
oscuro. Pero, podía ver a través del espejo. Por allí pasaba y
veía horrores incontables que después no recordaba. Solo
recuerdo de esas pesadillas, una en la que observaba a una
vieja dama y a un caballero siniestro. Siempre eran otras
casas, otras familias ocupando las habitaciones. Sólo que en
esa ocasión, mi mamá había pasado cerrojo al acostarse y en
la mañana abrió el escaparate para sacar una ropa,
sorprendiéndose al encontrarme allí. Entonces supe que mi
mamá había decidido pasarle cerraduras a los escaparates,
porque yo como sonámbulo caminaba dormido en las
madrugadas y me introducía en ellos. Fue a partir de ese
momento que decidieron llevarme con los primeros
psicólogos, quienes me sometieron a una serie de
tratamientos médicos para que pudiera dormir de manera
relajada. También decidieron enviarme con una tía que vivía
en el campo y no usaba escaparates.

El Espejo RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora