cayendo lentamente (tssukiyama)

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A veces, Akiteru puede ver la mirada de nostalgia que lanza su madre cuando su hermano menor y su amigo llegan a casa después de la escuela. Era una mirada que nunca había visto antes y de alguna manera le molestó por lo que había preguntado. Sin embargo, lo que consiguió fue sorprendente. Su madre deseaba que Tadashi hubiera sido una niña.

Akiteru cree que puede entender de dónde viene. En todos estos años de la vida de Tsukishima Kei, solo tiene un verdadero amigo y ese era, por supuesto, Yamaguchi Tadashi, el chico pecoso al que le importaba un comino la actitud de su hermano, simplemente aceptándolo como es, que es algo suyo. madre ama mucho a Tadashi. Si realmente tuviera que ser honesto, la familia es mucho más divertida cuando Tadashi está allí porque él sabe bien que él y Kei no pueden cocinar para una mierda y cuando ella se enteró de que Tadashi puede cocinar, estuvo al borde de las lágrimas. No solo eso, sino que las conversaciones entrañables, las pequeñas interacciones, las bromas burlonas que los dos hacían el uno del otro eran honestamente lindas. Ahora, ahí es donde su madre se había alejado mucho.

Tenía esta pequeña idea de que sería divertido tener una niña en la familia. Desafortunadamente, para ella, eso no sucedió mucho para el alivio de los dos chicos. Ella quería tener una niña para que pudieran hacer "cosas de niñas" como el tiempo de unión entre madre e hija o hablar sobre su época de los meses o algo así, pero como eso no podía suceder, ella quería una nuera o tal vez solo una novia fue suficiente.

Lo curioso fue que Akiteru trajo a un grupo de chicas, pero nunca hicieron clic ya que la mayoría de ellas no duraron mucho o simplemente no les importó lo suficiente como para visitarlas a menudo. Lo único que pudo haber satisfecho su anhelo fue Kei y Tadashi. Ambos podían ser niños y le costó acostumbrarse, pero los amaba hasta la muerte; No me importaría tener otro hijo en la familia. Sin embargo, no fue tan fácil para ella acostumbrarse.

Al principio, estaba inquieta por eso, por cómo Kei no interactuaba lo suficiente con las chicas hasta el punto en que ella cuestionó si a él no le gustaban las chicas. Pero eso también se demostró que era incorrecto cuando el tema de los enamoramientos surgió una cena con Tadashi a última hora de la noche.

"Entonces ... Kei ~ ¿te gusta alguien en este momento?" Preguntó la Sra. Tsukishima con una sonrisa diabólica.

Su rostro se enrojeció rápidamente. “N-no. Por supuesto que no. Aún soy joven." tartamudeó el niño de diez años.

"¿Oh? ¿Es eso así? Entonces, ¿qué hay de ti Tadashi-kun?

Se atragantó con la comida cuando el rojo le tiñó la cara. “U-um, no lo creo. El único que me gusta mucho en este momento es Tsukki ".

Bendice su alma. Su alma inocente y encantadora.

La Sra. Tsukishima sonrió de inmediato, un paso más cerca de la respuesta, aunque está segura de que Tadashi no lo había dicho de esa manera.

“Aw ~ Eso es tan dulce de tu parte. ¿Y tú, Kei? ¿Hm? ¿Qué piensas de Tadashi-kun? " ella se puso de pie y caminó hacia el chico pecoso y puso ambas manos sobre sus hombros, ambos anticipando su respuesta.

Kei se sonrojó bajo las miradas que estaba recibiendo. “No lo sé. Quizás, supongo ".

Tadashi estaba radiante en este punto. “¡Gracias, Tsukki! ¡Usted es el mejor!"

Una suave sonrisa apareció en su rostro.

Desde el otro lado de la mesa, Akiteru aulló y aulló mientras levantaba la mano como un niño esperando que lo llamen. Su madre lo miró y él se sonrojó como una colegiala confesando, mirando a su hermano y jugando con sus dedos, lo que molestó mucho a Kei, incluso cuestionando por qué estaba siendo tan repugnante.