4. Entre callejones

106 10 0
                                    

—Verás que así es, daré todo lo que pueda para conquistarte ¿Estás de acuerdo? ¿Puedo? ¿No me odias? ¡Explícate bien! No quiero que solo sea una estupidez tuya y terminé mal. Así que Nakahara-san... ¿Me permitiría llevarlo de la mano a un lugar y permitirme hacer algo con usted antes de morir? - Pidió con una voz y actitud demasiado amable y reconfortador que torno indeciso a Chuuya.

En la ciudad de Yokohama, en la que vivían, momentáneamente no había ruido alguno, como si la misma ciudad esperara la respuesta.

—... Haz lo que quieras... —Respondió fríamente el chico de pelo largo.

Un minuto paso y el silencio de la tranquila población seguía igual.

Después de ese largo minuto Chuuya sintió como Dazai tomaban la muñeca de su brazo y lo jalaba sin decir nada.

- ¡Oye! ¿¡Que haces!? ¿A dónde me llevas? - Preguntó levemente alarmado Chuuya, sin respuesta a cambio.

El chico de pelo castaño lo llevo de la muñeca para luego tomar su mano que apretaba firmemente, dirigiéndose a un lugar entre dos edificios donde se encontraba un tanto oscuro y no se encontraban personas alrededor. Se detuvieron un momento allí cuando Chuuya comenzó a hablar.

—¡Idiota!, ¿Que crees que haces?

Dazai siguió sin responder. Tenía una oportunidad que no podía dejar pasar. Deseaba hacer lo que pensaba antes de morir, al menos quería intentarlo.

Sutilmente se acercó a Chuuya, quien estaba recargado en la pared de uno de los edificios y le susurro al oido:

— Chuuya... ¿Puedo besarte? —pidió al tiempo que lo empujaba cada vez más contra el muro.

El mencionado estaba nervioso, el corazón le latía con fuerza como si en ese momento se fuera a salir de su lugar. No tenía palabra para responder, estaba ansioso de pensar en lo que pasaría, al igual que también estaba curioso acerca de experimentar lo mismo que había sentido cuando Dazai lo besó por primera vez. Al tiempo que su cabeza daba vueltas, sentía el cálido aliento del castaño esperando una respuesta.

—No puedes, vámonos —Mencionó después de un rato dejando al castaño perplejo.

—Espera... ¿Qué?... ¡Chuuya! ¿¡Porqué!? Incluso me había emocionado y tú dices que no puedo, ¿Me dirás la razón? — Preguntó ligeramente enojado retrocediendo un poco.

—De verdad que eres estúpido, es porque tú, maldita momia, te estás apresurando demasiado... No me molesta que seas hombre pero tú y yo no somos nada aún. ¿Entiendes?

—Primero que nada, no soy una momia, en segundo, aquí el estúpido eres tú, no me has dicho cuál es tu respuesta, así que supongo que el sentimiento no es mutuo y quería hacer algo antes de morir. ¿Es tan difícil de comprender? ¿O será que tu cerebro también es pequeño?

—Si, si. Lo que digas. ¿Vamos a seguir en este apestoso callejón por siempre o nos vamos a ir?

—No. No nos iremos hasta que haya cumplido con mi objetivo. Te lo preguntaré una vez más, ¿Puedo besarte?— Presionó nuevamente Dazai.

—... Cómo eres molesto.

—Eso no responde a mi pregunta —Comentó con una sonrisa en su rostro y sus ojos cerrados debido a ella mientras lentamente los volvía a abrir esperando la siguiente frase.

—... Solo... Solo uno... Y después nos vamos ¿Está bien? —Concedió en voz baja cuando desviaba la mirada y salía a flote el rubor que se quedaba plasmado en sus mejillas.

El chico de pelo castaño sonrió maliciosamente empujando cada vez más a quien tenía enfrente hasta tomar su rostro con una mano; El dedo pulgar en su mejilla y en la otra el dedo índice. Segundos después de admirar aquel rostro con el que había estado soñando durante un tiempo, le dió un suave beso diferente al anterior, está vez primero rozaron sus labios para después profundizar aquel momento.

student love (Soukoku//Shin soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora