Different Love [En Edición]

Capítulo 11

Dereck

Pasé el día esperando ansioso la última hora del día, estuve más grosero de lo usual, no comí absolutamente nada, ni siquiera mi acostumbrado trago de Whisky entre clase y clase...

Mi cabeza estaba hecha un trapo, no dejaba de pensar en lo que le había dicho a Anne, no merezco a una amiga como ella, básicamente no merezco nada bueno.
Mi celular vibró contra mi pecho y automáticamente se dibujó una sonrisa en mi rostro, tal vez Anne ya me había perdonado o al menos no quería sacar cada órgano de mi ser y dárselos de comer a su perro

Ethan

Fruncí el ceño, le había dicho más de una vez que odio que me llame.
Suspiré molesto y contesté.
–¿Qué?
–Quiero verte.
–No tengo tiempo.
Repetí lo que acaba de decir para mí, nunca había dicho algo como eso ¿No tengo tiempo para sexo?. Pero, no sé porque sentí arrepentimiento.
–Está bien. Hoy.
–¿Hora?
–No lo sé –Hice algunas cuentas en mi cabeza y tomando en cuenta las horas que dedicaría a Tomm contesté –¿6:00?
–Nos vemos a las 6:00. Y Der...

Colgué el teléfono, Tommy acababa de entrar en el salón. Claramente evitó el contacto visual conmigo, y corrió como chica asustada hasta su lugar.
Un escalofrío recorrió mi espalda cuando noté que se sentó al lado de la zorra, ¿Por qué estaba tan celoso sólo por eso? Entorné los ojos y escribí en la pizarra:
Leer "la ética demostrada según el orden geométrico". Próxima clase.
Se escucho un quejido unísono, ya estaba acostumbrado a que esta bola de aspirantes a vendedores de hamburguesas en McDonald's no pudieran terminar un simple libro en todo un día, así que sólo me senté en mi silla y subí los pies al escritorio.
Un cotilleo se escuchaba en el aula, odiaba eso. Mi ira aumentó al darme cuenta de que quienes cotilleaban, silenciosamente y muy, muy, muy cerca eran Tomm y la zorra.

Intenté escuchar que se decían, pero al parecer era un quejido sobre lo escrito en el pizarrón
–Eso no es justo... –dijo ella mientras buscaba algo en su bolso. Me levanté molesto y caminé hasta el pie de las escaleras.

–¿El qué? –grité, todo la clase se asustó y contuvo el aire. Ella frunció el ceño y se atrevió a responder.
–Que nos haga hacer cosas que ni usted es capaz. Nadie puede leer un libro de filosofía en un día.

Levanté una ceja y subí un par de escalones. Miré discretamente a Tommy quien estaba hundido en su silla y más rojo que un tomate.
–Tú, una simple chica universitaria pretende decirme a mí que no puedo terminar este estúpido libro en menos de un día... -Estallé en carcajadas, le di la espalda y me fui a sentar.
–Si lo termino antes que se acabe la clase, quiero que cambies de clase. No quiero volver a verte.
–Eso no es justo, usted ya lo leyó.
–Perfecto, escoge tú el libro, para que tengas la ventaja que claramente necesitas.
– "El Viejo y el Mar" de Hemingway. Ambos seguramente ya lo leímos. Si yo lo término antes que usted, me exenta la materia por el resto del semestre.
–Sí, lo que digas. –Señalé a un chico alto de la fila de enfrente – Tú, ve a la biblioteca por un par de ejemplares.

No acostumbraba a retar personalmente a los alumnos, son estúpidos y no saben lo que hacen, ni mucho menos lo que dicen, pero justamente hoy no soportaría la humillación de nadie, y pretender que no se puede terminar un libro en menos de un día... ¡Pff! Que estupidez.

–Mientras, todos saquen de internet una copia, léanla. No sólo acepto el reto de su compañera, quien se quiera sumar es bienvenido. La recompensa es la misma para quien termine antes que yo. Pero, sólo ella se irá de la clase si no puede terminarlo. –Ahora estaba emocionado, no tendría que verla cerca de Tomm por mucho más tiempo.

El chico al que le pedí los ejemplares regresó con dos. Como era de esperarse eran dos ediciones idénticas, simples, de baja calidad y traducciones dudosas, lo cierto era que nunca había leído ese clásico, tampoco tenía demasiadas ganas, pero así la satisfacción sería mayor.