Intuition. [Draco Malfoy]

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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 DIEZ
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Luz.

Veo un gran destello de luz entrar por las ventanas de la habitación verde

Habitación Verde.

Verde.

Pero si mi cuarto es-

Oh mierda, Malfoy.

Me levanté de un salto de las sedosas sábanas color esmeralda y busqué con la mirada alguna pista de Draco, no la hay.

Miré el reloj, ya es casi hora del desayuno asi que solo me decido por ir al gran salón, donde soy una de las primeras en llegar.

Pensé en quedarme allí y hablar algo con Ginny o los gemelos, pero me resultó poco llamativo a comparación de la migraña que traía. Escogí las tostadas menos negras y un poco de jugo. Una vez satisfecha con mi elección me dirigí hacia mi habitación.

Para cuando llegué al cuarto, después de subir alrededor de mil escaleras, llegue a la bendita torre de gryffindor y mi compañera parecía estar en el mejor de sus sueños. En lo que queda de mi, ya había terminado mi comida en el trayecto hasta aquí.

Agarré un pergamino pequeño y una pluma detallé:

Cari, estoy muy cansada. No me despiertes, luego me pasas los apuntes ¡te lo suplico!

-Arabella 𔘓

Apoyé mi cabeza en la almohada y automaticamente caí rendida.

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Quedaban tan solo días para las más necesitadas vacaciones de invierno, no pude evitar pensar en todo lo que me gustaría hacer.

En lo más alto de la lista se encontraba todo lo que hacía con Daphne anualmente en estas épocas: Nos gusta comprar ropa roja y accesorios dorados, en especial para las galas que hacen nuestros padres junto con los Malfoy.

Aquellas galas eran aburridas. Extremadamente aburridas para ser sincera. Lo único que podía llegar a distraerme era juzgar a las personas por como vestían, siemore terminaba frustrada por encontrar algun detalle incorrecto, en efecto este terminaba por arruinar su oufit completo.

Estaba caminando por los eternos pasillos de Hogwarts cuando escuché puntualmente ruidos venir de una sala "vacía", cerca del baño del primer piso.

-Maldito infierno. -Se escuchó una de las voces que conocía a la perfección.

-Dame más, Angelina.

Si, si era Fred.

Hice una mueca de disgusto y seguí hasta llegar al salón de pociones, que dicho de paso, llegaba exageradamente tarde por quedarme a escuchar los hechos anteriores.

-Señorita Greengrass, no creo que le moleste hacer tres pergaminos extra de tarea por su excedida demora. -Habló Snape.

-Es que yo- Ya estaba inventando una excusa, soy experta en eso. Sin embargo, fui brutalmemte interrumpida.

-No se moleste, menos diez puntos para Gryffindor y más le vale sentarse rápido.

Respira hondo, Arabella Greengrass.
Respira hondo, es tu profesor.
Respira hon-

-¿Se piensa sentar o sigo restándole sus pun-

-¡Ya, cállese! ¡Es lo que estoy intentando hacer antes de mandarlo donde... debería! ¡Es irrespetuoso y no valora nada de lo que hago en sus clases por ser una MALDITA GRYFFINDOR! ¡Y ESTOY HARTA!