Rock and Roll never dies- maneskin

" the nigthmare before christmas"

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Vernazza, día uno-noche, 20:30.

-alguien sabe donde están las patatas-gritó victoria desde el primer piso

-mierda-dijimos damiano y yo quienes estábamos en mi cuarto viendo the walking death mientras comíamos las patatas de la chica del flequillo

-no Vic ni idea -le grite y mientras escondía las patatas debajo del la almohada y me apoyaba en Damián de nuevo para que no se notara que había hecho una mini marathon desde el sofá del cuarto hasta la cama y había vuelto 

-las tenéis vosotros, dadme las patatas-hablo con la respiración agitada y extendiendo la mano desde el marco de la puerta que hace unos segundos casi echa abajo

-nosotros no-le respondí yo

-Levantaos- comento mientras tiraba de nuestros brazos y nos sacaba del pequeño sofa

-te lo hemos dicho- le dijo Damiano mientras giraba su cabeza hacia mi y me guiñaba el ojo, lo que me hizo devolverle a acción.

Victoria al no encontrar nada se dio la vuelta y se fue de la habitación cerrando la puerta de golpe haciendo que Damiano y yo quienes todavía estábamos de pie nos empezásemos a reír no muy fuerte porque seguro que si nos escucha reír volverá. Cuando me volví a sentar en el sofá volvieron ha hablar desde la cocina

-LA CENA IDIOTAS- gritó Thomas

-EN ESTA CASA NO SE PUEDE COMER TRANQUILA- grite yo ya habiendo salido de la habitación con Damiano detrás mía, y bajando las escaleras hasta llegar a la cocina, donde ya estaban todos repartiendo las hamburguesas que Ethan había echo.

-¿y que estabas comiendo si se puede saber?-

-nada- le conteste a victoria rápidamente mientras me sentaba a su lado y le sonreía exageradamente

-eso espero-dijo mientras me ponía una hamburguesa en el plato.

Durante la cena estuvimos hablando de que tipo de canción queríamos para la última ronda del programa y que podríamos ensayar algo mañana antes de irnos.
De repente sentí que me dieron un toque en la pierna por lo que me giré y vi a victoria haciéndome señas para que comiese más a lo que yo le respondí levantando un extremo del labio superior ligeramente, pero le dio exactamente igual y pincho un cacho de hamburguesa en el tenedor para dejarlo en el plato y volver a mirarme. Sinceramente no me sentía con fuerzas de discutir por lo que me comí el pedazo que había pinchado para apoyarme con los brazos cruzados en el respaldo de la alta silla se la cocina y masticar de mala gana a lo que ella respondió sonriendo y guiñándome un ojo que me hizo sonreírle ligeramente.