Me siento...
Humillada
Decepcionada
Triste
Avergonzada (Por algo que yo no e hecho)
Enfadada (Conmigo) por ser tan ingenua y no ver lo que el me hacía.
Si, así es exactamente como me siento, pero sobre todo furiosa, ¿Por qué fui tan tonta e ingenua?¿Por qué no le plante cara, cuando me dejó por llamada?¿Por qué?
Hay tantas preguntas...
Y os lo contaré todo, todito y sabréis lo hijo de su madre que fue.
Pero para llegar hasta aquí, ahí que pasar primero por una larga historia, la cual os contaré...
SEPTIEMBRE.
Si, hoy es el primer día de instituto, empiezo cuarto con mis diecisiete años.
¿Por qué diecisiete? Porque repetí segundo y mi cumpleaños es justamente el 18 de julio.
Ahí esta la explicación de mis diecisiete, pero me da igual no seré la única.
Estoy en la puerta de el instituto con una mochila colgando de mi hombro derecho.
Miro a mi alrededor y veo el típico grupo de fumetas malotes y que se les da que flipas el deporte.
Las típicas calletanas, que se creen algo y son una mierda pincha en un palo con diamantes.
Los raritos
Los empollónes.
Las animadoras, tontas, aunque eso solo es la jefa.
El equipo de fútbol, de hay no se salva ninguno, todos son unos creidos que creen que se nos cae las bragas al verlo sin camisetas, a algunas si se les caen, pero a otras como a mi, no.
Y en este instituto hay un grupo de cinco chicos que cantan y toda esa mierda, pero en ese grupo hay un chico, Izan Jones. Es guapísimo y por un tiempo estuve pillada por el, pero al final me di cuenta de que el jamás se fijaría en mi.
Luego esta el típico chico al que todos temen, el ¿por que? No se sabe, se llama Ian Foster, guapísimo, pero no habla con nadie y nadie se atreve a hablar con él.
Y os preguntaréis ¿En qué grupo estoy? En ninguno. Solo tengo una amiga, la cual está loca y las dos vamos por separado de todos estos grupos.
Entro a mi primera clase (Matemáticas, puag..) Las odio, pero mi aguanto, pongo una sonrisa y entro para atender algo o casi nada.
El profesor habla y habla, bla, bla, bla...
Soy Emma, Emma Johnson, no soy popular, ni lista y ni siquiera tengo un cuerpazo o soy bonita, yo quiero creer que soy normal.
Y mi amiga, la cual está sentada a mi lado con la cabeza apoyada en la mesa, se llama Mikaela Jones(Ella prefiere que le digamos Mika) y ella si que es hermosa; es rubia, alta y tiene un cuerpo bien moldeado.
Se podría decir que ella es el tipo de chica perfecta.
Y si, tiene mi edad.
Izan.
El chico que a más de una nos quita un suspiro entra por la puerta con sus típicos aire de superioridad.
Tanto lo e mirado que al final me a dedicado una sonrisa. Igual tiempos atrás me hubiese hecho emoción, pero ahora ni me molesto en hacérmelas.
Pasa por mi lado, ya que su asiento es justo detrás de el mío por desgracia.
Lo ignoro, al igual que al profesor y me pongo a dibujar cosas sin sentido en la última página de mi libreta de matemáticas.
— Shhh.— Alguien chistar, pero también lo ignoro.— Shhh.— Vuelven a chistar y entonces me giro para encontrarme con un par de ojos verdes que me miran atentamente.
Levanto una ceja y lo miro con intriga.
¿Que quiere este imbecil, de mi?
— ¿Podemos hablar después de clases?— Pregunta y asiento intrigada.
¿Que quedra?
La clase pasa normal y cuando la campana suena, todos empiezan a recoger sus cosas y a salir por la puerta. Yo como siempre soy la última y cuando salgo por la puerta algo o alguien mejor dicho me agarra de el codo, cuando me giro me encuentro con Izan.
— ¿Que quieres?— Le hago la pregunta que estado haciéndome en la cabeza todo este rato.
— Que quedemos, en plan cita.— Escupe, como si nada y mi corazón está a punto de salirse de el pecho.
Izan Jones, pidiéndome una cita.
Esto tiene gato encerrado.— Esta noche.— Demanda.
— Vale.— Acepto.— Pero con una condición.— Le pido.
— ¿Que condición?— Pregunta con curiosidad en su voz.
— Que vengas a recogerme, es que no tengo coche.— Digo suavemente.
El se hecha una carcajada y habla.— Claro, hermosa. Yo te recojo.
— Ok, a las ocho y media.— Le digo, apuntándole con el dedo.
— Chao, hermosa.— Dice yéndose.
— Asta luego.— Me despido con un movimiento de mano.
♡♡♡
Son las seis de la tarde y no se que ponerme, me da pereza arreglarme y me da vergüenza ir muy simple.
¿¡QUE HAGO!?
Ya lo sé...
Unos vaqueros de tiro alto, un top de palabra de honor blanco y mis preciadas vans.
Lista.
Pero... aún queda como dos horas y ya estoy vestida.
Decido hacerme un moño con muchos mechones sueltos y ponerme un pongo de rimen en las pestañas. Miro la hora y solo son las...
6:50
El tiempo pasa rápido, pero no lo suficiente.
Como aún no es la hora cojo el móvil y me pongo a ver historias de Instagran.
El timbre de la puerta suena y algo asustada voy corriendo a abrir la puerta.
Es Izan.
— ¿Quien es?— Grita mi madre desde el comedor.
— ¡Una amiga!— Le devuelvo el grito.
— ¿Enserio?— Pregunta Izan, con una sonrisa arrogante.— ¿Una chica?— Se señala el mismo con sus manos.
Asiento y salgo con el, cerrando la puerta detrás de mi.
— ¿A dónde vamos?— Pregunto directamente.
— Que directa, pero bueno...pensaba llevarte a cenar.
— Bien, vamos.— Comienzo a andar hasta su coche y sin permiso ninguno me monto en el copiloto, el hace lo mismo que yo, pero el se monta en el conductor y así prendemos camino hacia el sitio en donde cenaremos.
En el sitio en donde tendré una cita con Izan Jones.
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La Chica De La Apuesta.✔
Teen FictionSabéis eso que dicen; Te da el cielo y luego te lo arrebata. Pues eso mismo le paso a Emma Johnson, una chica normal, la cual no se metia en problemas, pero por desgracia, los problemas llegan a ella. Izan Jones, es un cantante, el chico mas popular...