Capítulo 5:

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El echo de que Jesús me enviará cartas me hacia sentir bien, de alguna manera despertó algo dentro de mi, y aunque yo tenía novio también quería estar con Jesús.

Las cosas con Adán comenzaban a ser complicadas, ya me había hartado de que nunca me hiciera caso, pero de igual forma mis intereses no me permitían cortarlo, mas a aparte me sentía comprometida ya que Adán me lavaba a donde yo quería, y me compraba muchas cosas.

Ahhh, lo sé, se que soy una mala persona, pero descubrí que Jesús me gustaba muchísimo, ese sentimiento y esa sensación no me dejaba en paz, cuando le conté a Zara y a Rodrigo, sentí u as ganas inmensas de gritar, "Si me gusta mucho Jesús, no lo conozco y me gusta", pero sin embargo no tuve el valor de hacerlo, algo dentro de mi me lo impedía.

Pasaban los días y yo veía de lejos a Jesús, mientras lo veía le decía a Zara y a Rodrigo, "Mira ese chavo es mi crush".

Zara y Rodrigo me decían que Jesús también me veía, de un momento a otro me entró la necesidad de saber más de él, ya no había vuelta atrás, estaba enamorada del chavo de las catas.

El único problema para acercarme a Jesús era mi novio, no sabía cómo decirle a mi novio que ya no quería seguir, no me agradaba en lo absoluto la idea de estar con ambos, todo era muy confuso, en un dado momento comencé a pensar que Jesús no quería nada conmigo en realidad, ese pensamiento me puso triste, pensé eso toda la tarde, sin siquiera imaginar que Jesús daría un giro inesperado en mi vida.

Pasaban los días y no aguantaba el no saber nada mi crush, no me conformaba con solo saber su nombre, hasta que un día iba subiendo las escaleras, para dirigirme a mi salón, y me encontré con una chava que iba en el mismo salón que Jesús, decidí armarme de valor y le pregunte a la chava.

¿Oye Jesús tiene novia?, en segundos la chava me dijo en un tono frío y algo molesta, "Si soy yo".

En ese momento morí de pena, pero igual tenía un sentimiento de tristeza, por que por muy inexplicable que suene, yo ya quería a Jesús solo para mí. Pero igual no podía hacer nada ya que ambos teníamos nuestras relaciones.

Le pedí una disculpa a la chava y me fui, al salir de la escuela iba caminando con mi madre, y pasamos por enfrente de una calle donde el estaba junto con su amigo Juan, mi mirada se enfocó unos momentos en su cara.

Por fin lo había visto bien, me di cuenta que era un niño preciosooo, desvíe la mirada y seguí caminando, yo iba junto con mi madre y en el trayecto del camino, opte por mejor dejarlo ir, me pareció una buena idea, solo que había un problema, mi corazón me lo impedía.

Un pacto de sangre. 💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora