¿Te comió la lengua el gato?

One shot

One shot ||

Harry había querido ser un animago desde que Sirius le dijo que su padre lo había sido. Desde entonces, había dedicado mucho tiempo libre a estudiar el proceso de convertirse en uno. El beneficio adicional fue que siempre fue el primero de la clase en transfiguración en su quinto año cuando se discutió la transfiguración humana. Fue un proceso arduo, pero para estar más cerca de Sirius y su padre, Harry estaba dispuesto a dedicarse por completo a aprender. Le tomó tres años lograr su primera transformación. A principios de enero de su sexto año, finalmente se transformó.

En un gato.

Sabía, por supuesto, que sería un gato una vez que finalmente lo lograra. Había pociones para esas cosas. Todavía era extraño encogerse tanto. Como había logrado su transformación frente a un espejo en la Sala de los Requisitos, pudo estudiarse a sí mismo.

Harry sabía lo que era lo de los gatos. Pero tenía el pelaje, largo, esponjoso y negro, por lo que estaba bastante seguro de que al menos no era uno de esos gatos sin pelo. Los ojos todavía eran verdes, pero sin el blanco de sus ojos, se veía mucho más intenso en su sombra. Y ... ¿qué pasó con sus gafas? No tenía marcas alrededor de los ojos como la profesora McGonagall. ¡Pero, santo dementor demente! ¡Su cola era tan esponjosa!

La necesidad de jugar con él era abrumadora.

Pero se resistió y se escabulló de la habitación. La puerta de alguna manera se abrió para él por sí sola, lo cual estaba limpio porque no podría haberla abierto a la fuerza como estaba ahora, y salió al pasillo. Era extrañamente cómodo caminar como un gato. La distribución del peso no era un problema, ya que parecía manejarlo instintivamente, pero su sentido del olfato tardó un tiempo en acostumbrarse. ¿Quién diría que los tapices olían peor de lo que parecían? Y los rincones oscuros se veían mucho más brillantes que antes. Se suponía que los gatos veían muy bien en la oscuridad, después de todo.

Ahora, ¿qué hacer con su nueva forma de gato?

Pasear parecía la mejor idea en ese momento. No era como si hubiera dejado que Filch lo atrapara. O su gato rubicundo. Sirius había mencionado que podía comunicarse con los perros. Entonces. ¿Qué tal tener una charla con la Sra. Norris solo porque sí? Bueno, Harry estaba lo suficientemente aburrido por eso.

Eso y recorrer el pasillo del Séptimo Piso era demasiado divertido. Maldita sea, sentía que tenía mucha suerte líquida. Solo sin el líquido. ¿Quizás fue hierba gatera? ¿Era eso lo que sentía la hierba gatera para un gato? ¿De dónde diablos consiguió la hierba gatera y por qué estaba pensando en todas estas cosas? ¿Los gatos realmente pensaban tanto? Los gatos de la Sra. Figg ciertamente no lo hicieron, cosa perezosa. Por otra parte, esos supuestamente eran Kneazle en lugar de gatos. Esperar. ¿Era un Kneazle? ¿Qué era incluso un Kneazle? ¿Y qué es un gato de todos modos?

Woah, el cerebro del gato se vuelve brrr.

Su cerebro de gato se estrelló con la cara peluda contra una pierna cubierta con una bata que acababa de doblar la esquina del pasillo por el que había estado corriendo. El olor a jabón y hierba de limón era fuerte y olía a mujer. ¿Cómo podía diferir de eso? Cerebro de gato ir brr. Así es como. Maldita sea, su nariz era asombrosa. Y dolió. Incluso las espinillas de una niña estaban duras, sin importar lo suaves que parecieran.

Harry miró hacia los grandes ojos azules y una sonrisa suave, apenas visible. Derecha. Era un gato diminuto. Bueno, un gato de tamaño modesto pero todavía pequeño en comparación con cualquier humano. Conocía esa cara. Bastante seguro de que lo sabía. La corbata de Slytherin lo redujo mucho ya que realmente no conocía a muchos Slytherin fuera de Malfoy, los idiotas que lo seguían y el equipo de Quidditch.