Seis meses habían pasado desde que Yoongi fue nombrado guardaespaldas de Jimin. En esos meses ambos formaron una buena amistad desde lo ocurrido en la azotea. El omega le había permitido hablarle informalmente mientras se encontraran a solas y eso le resultaba cómodo, pues no le resultaba fácil hablar con otros, aunque sean mayores, de una manera formal.
Ambos sentían una extraña sensación por el otro, pero ninguno se animaría a decir aquello, pues eso traería muy grandes consecuencias y Jimin no estaba dispuesto a correr ese peligro por un amor pasajero mientras que Yoongi esperaba a que el menor le diera una señal para que arriesgara el todo por el todo.
Ambos se sentían cómodos con el otro. Una sensación cálida sumado a una extraña sensación de protección que nunca antes habían experimentado.
Como todas las mañanas, desde que el blanquecino trabajaba para la familia Park, se dirigían a la empresa Park. Esa mañana Yoongi había notado el estado de animo del menor, el cual demostraba la melancolía y soledad que parecía estar persiguiendo al menor.
Obviamente eso le molestaba al mayor, pues odiaba no saber la razón por la cual el omega estaba en ese estado y odiaba no saber como ayudarlo y curar esa alma tan maltratada.
-Yoongi- Dijo de pronto el menor, sorprendiendo al alfa, pues este estaba dándole muchas vuelta al asunto del menor.
-¿Si, Jimin?- Pregunto calmadamente Yoongi mientras veía por el espejo retrovisor el rostro apagado del menor, quien miraba con melancolía el paisaje.
-Hoy no me lleves a la empresa- Dijo Jimin luego de una breve pausa, pues esa mañana no estaba con animo de hablar.
-¿Te sientes mal?- Pregunto preocupado el más alto, pues el menor se veía un poco más pálido de lo normal.
-Algo así- Contesto con una notoria somnolencia el otro.
-¿A donde quieres ir?- Pregunto el mayor tratando de mejorar el estado de animo del otro.
-Llévame a cualquier lugar, pero lejos de de la mansión, lejos de la ciudad y lejos de todo- Dijo el rubio mientras cerraba sus ojos.
-Esta bien, descansa un rato el viaje tomara un poco de tiempo- Dijo el mayor mientras se le ocurría un excelente plan.
-Esta bien- Fue lo ultimo que dijo el menor antes de caer rendido en los brazos de Morfeo.
Yoongi aprovecho que el menor se encontraba durmiendo para poder ir a un lugar a comprar algunas cosas necesaria para su plan. Ese día Yoongi haría todo lo posible para que el lindo omega se sintiera feliz y no dejaría de intentarlo hasta que el otro riera a más no poder.
El alfa sabia que el menor estaba cansado, y no precisamente un cansancio físico. El rubio estaba cansado psicológicamente y eso causaba su depresión, pero al parecer era e único que se daba cuenta de aquello, ya que Hoseok parecía estar ajeno a la situación de su hermano y Park Sung Ha, bueno, el parecía ni interesarle el estado de animo de Jimin.
Lo que le preocupaba a Yoongi era el primo del omega, Jungkook, ya que este últimamente a dejado de insultarlo y a empezado a mirarlo, con más frecuencia, de una manera totalmente desagradable e incorrecto. En más de una ocasión pudo notar unos cuantos toques indebidos por parte del otro alfa hacia Jimin quien siempre terminaba empujándolo o insultándolo.
Esa mañana haría hasta lo imposible para que el menor se relajara y no sintiera esa soledad que poco a poco lo consumía. Sin pensarlo dos veces el pálido condujo hasta un lugar hermoso, tranquilo y muy lejos de la ciudad. Un lugar que era muy especial para él. Un lugar que Jimin necesitaba conocer y apreciar urgentemente para así poder despejar su mente.
Cuando logro estacionar el vehículo que le pertenecía a Jimin, en un lugar despejado y cerca de los arboles del hermoso bosque, saco todo lo que había comprado anteriormente para luego ordenarlo prolijamente sobre el verde pasto.
Sabía que tenía que ser cuidadoso con los detalles, pues el menor era un detallista de lo peor y cualquier cosa fuera del lugar lo molestaba de sobremanera y no era lindo ver al menor enojado y de eso Yoongi era fiel testigo.
Ese pequeño gran detalle lo supo cuando ayudo al menor a acomodar los distintos papeles sobre el escritorio de este una de las tanta veces en las que se habían quedado hasta altas horas en la empresa. Aunque trato de dar su mejor esfuerzo termino siendo regañado por el omega, pue al parecer existía un orden especifico para los papeles y ese era de acuerdo a la importancia.
Ese día, en la oficina, Yoongi pudo conocer otra faceta del menor y aunque, en general, le molestaba la gente que era detallista, pero con Jimin pasaba todo lo contrario, pues le gustaba esa faceta del menor y hasta se podría decir que le excitaba.
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Un Amor Letal- YoonMin
Short StoryJimin creía que lo peor que pudo pasarle, además de ser un omega, era haberse enamorado de su guardaespaldas.