Suena el ruidoso despertador en la habitacion de Arón, este se levantaria y lo dejaria sonandoz mas ese ensordecedor sonido para él era incluso disfrutable, no se encontraba en un buen estado mental. Arón se dirige a la ducha, donde tras un par de intentos de salida del agua y sonidos resquebrajados de las cañerias que a la alcachofa se dirigian logro comenzar a ducharse. Observaba su físico era bueno, pero a un palmo hacia abajo del ombligo se encontraba su parte favorita de su cuerpo y lo k mas destacaba de el. Se metió en la ducha, el agua helada recorria su cuerpo, y se contraia su piel de la zona baja debido al frío. Para él el agua caliente era para otro tipo de ocasiones.
Comienza a restregar el jabon por su cuerpo para limpiarse y al retirarlo con el agua pasa su mano por su pene, colgaria el grifo del sostenedor y aumentaria la temperatura del agua considerablemente, el humo empañaba la mampara de la ducha, el espejo, y las gafas que en la pila se encontraban. Con el agua cálida cayendo sobre él y apenas podiendo ver el cuarto de baño debido al vapor que llenaba esta habitacion comenzó a tocarse. Su mano izquierda rodeaba su miembro mientras la derecha acomodaba su pelo hacia atras, con una altura de 1,90 m le resultaba dificil no golpearse con la alcachofa de la ducha, por esta molestia decidió detenerse, salir y seguir durmiendo, ya que no le apetecia otra cosa.
Arón vuelve a despertar a las 7 p.m. se levanta de la cama y vuelve a la ducha, para arreglarse y salir a tomar un cafe, había quedado por la noche con sus unicos 3 amigos para ir a cenar. Ya vestido recoje las llaves de casa, el dinero, el movil y sale, cierra la puerta y detrás suya encuentra a la vecina nueva del edificio, una chica alta, aproximadamente 1,75 m, aunque sus tacones negros aumentaban su ya considerable altura, era morena y el pelo le llegaba casi al culo, esta se desculpo con Arón por haber tropezado con él sin querer. A él no le importó y le preguntó su nombre, la joven, extrañada le respondió:
-"María", encantada. Dijo ella.
-"Y tú?". Preguntó.
Este cayó unos segundos pues era muy tímido y respondió:
-"Arón". El placer es mío.A María le sonaba pero no sabía de que, Arón volvió a entrar porque se le habian olvidado un par de prendas y María bajó por el ascensor. Arón recojería su gorra de Nike y sus gafas Prada. Volvió a salir de casa. Se dirigiria a la cafetería mas cercana. Al sentarse, un abrazo por la espalda le sorprendería. Era María de nuevo, la chica era muy agradable y cariñosa, lo contrario a Arón. Él, en un principio ni se inmutó, le resultaba difícil dar cariño porque pensaba que la gente se acercaba a él debido al interés, pero en un intento de ser agradable le devolvió el gesto con un beso en las manos k apoyadas se encontraban en su torso. María noto algo dentro de la sudadera de Arón e introcució la mano, Arón le quitó bruscamente la mano y María pregunto k era lo que albergaba, Arón le enseño la joya, un reluciente medallón con una enorme A, de diamante y oro blanco, con rubies en las puntas de la letra. En la parte de atrás esyaba firmada, ponía Arón enbuna tipografía deslizada, típica de las firmas. María miró asombrada la joya y le comenzó a sonar más aún.
Un mensaje entraría al movil de Arón, era de sus amigos, que no podían quedar porque les habían surgido otras cosas. María vió el mensaje y le dijo:
-"Parece que tienes la noche libre". Mirándole a las gafas de sol, donde se situarían los ojos detrás del reflejo que provocaban.
-"Pues sí". Respondió encariñado.
Debido a que parecía que no le conocía, Arón le daba mas confianza.
Rápidamente María cambio su taza de café a la mesa de Arón, y comenzaron a charlar, poco a poco Arón encadenaba frases cada vez más largas, hasta que se sientió en suficiente confianza como para reírse, e incluso quitarse sus costosos accesorios que cubrian su rostro. Ató la gorra en la correa de la bandolera, y colgó las gafas del cuello de la sudadera por la patilla, pocos minutos después, se acercó el camarero. Se aproximaba con aspecto ansioso y Arón suspiró, le pidió una foto, lo cual lo incomodó mucho, pero se la hizo por no hacer el feo. María no quiso preguntar, pero de nuevo vino el pensamiento de que ya lo conocía de algo. Pagaron y salieron del bar, habian pasado ya 3h y eran las 10 p.m, decidieron comprar algo de cena para llevar e ir a la playa a cenar. María tenía mucho dinero, pero al parecer Arón era rico, invitó a María a pasar al garaje del edificio y al levantar una lona, se pudo ver un Mercedes G-Class, blanco, pero blanco nacarado. Era precioso. Cuando presionó el botón de las llaves para abrirlo se encendieron las luces de neón de debajo y dentro del coche, azul turquesa, muy intenso.
-"Vamos?". Preguntó Arón con una ligera sonrisa.
-"...Sí". Contestó María anonadada por el vehiculo de Arón.
En escasos 10 minutos llegaron a la playa, no habia nadie, ademas era privada y Arón, puesto que llevaba mucgo tiempo en la ciudad, tenía la entrada. Se tumbaron en una tumbona, casi a 3 m de donde llegaban las olas. Sacaron su comida de las bolsas y empezaron a comer.
-"Oye, una pregunta, espero que no te moleste". Dijo Arón.
-"Claro, preguntame". Respondió María.
-"No has salido conmigo por interés verdad? Me suele pasar muy a menudo y estoy harto, ya he llegado a un punto en el que no me fío de la gente, me has parecido buena persona y he decidido pensar que no era así, pero necesito que me lo confirmes". A Arón se le caería una lágrima diciéndolo.
-"Claro que no bobo!, eso si, te voy a ser sincera. Hay algo de ti que me atrae mucho, además siento que ya te conocía de algo. Pero no le he dado importancia, igualmente me he dejado llevar mas que nada por ese sentimiento que me generas, no se lo que és, pero me generas algo". Respondió abrazandole para consolarle.El marcaba la 1 a.m., y después de un maravilloso dia, decidieron volver a casa, pero cuando María propuso la idea, Arón se lanzó e intento besarla. María le apartaría de una bofetada, pero le pidió perdón, le habían hecho mucho daño en el pasado y le daba miedo. Continuaron como si no hubiese pasado nada, y fueron a casa, se dieron dos besos y cada uno entro en su hogar. María fue a ducharse.
Arón fue a ducharse.
María encendió el agua fría y se puso a llorar por lo que le había hecho a Arón.
Arón encendió el agua fría y se puso a llorar porque pensaba que no volvería a quedar con María por lo que había sucedido.
María salió de la ducha.
Arón aún se mantenía.
El reloj marcaba las 2 a.m., y María decidió bajar al bar a beber para olvidar.
Arón encendió el agua caliente.
Al salir de su casa, vió la puerta de casa de su vecino con la llave en la puerta, abrió para disculparse de nuevo con él por lo que había pasado. Y vió vapor saliendo del cuarto de baño, acompañado por el sonido del agua y música procediente del móvil de Arón, con una voz parecida a la suya. María se sentía excitada y fue a su casa de nuevo, se desnudó y se volvió a vestir con una camiseta muy larga, le llegaba casi por las rodillas, y era de un cuadro de un antiguo pintor, que representaba dos dedos tocandose. Y debajo solamente un tanga, azul turquesa, como las luces del coche de Arón, porque pensó que le gustaría, además era muy caro, de Prada. En los pies solamente se calzaría unas Fila con una gran suela, de color blanco. y unos calcetines altos negros de Nike. Entro a casa de Arón de nuevo, y se quitó el calzado, cerró la puerta de la casa, y tocó la del baño, aunque estaba abierta de par en par. Arón no respondió. Entró, apagó la música y Arón asomó la cabeza, pensando que se habia acabado la batería del móvil. Pero en lugar de su móvil apagado, encontraría a María mirandole fijamente a los ojos. El vapor de la mampara tapaba el cuerpo desnudo de Arón.
-"Cómo has entrado?". Preguntó Arón mientras se rodeaba con la mano el pene.
-"Estaban las llaves en la entrada". Respondió María mientras se quitaba la camiseta. Un pecho precioso, no muy voluminoso, quedaba al descubierto.
-"Para entrar aquí no necesitas llaves". Dijo Arón.
-"Necesitas que me dejes darte el beso que antes no pude."
-"Venga va..." Respondió María.
Arón abrio la puerta de cristal empañada de la ducha, y María pasó.
Antes de k pudiese dar dos pasos dentro Arón cerró la puerta y la puso de cara al cristal, María gimió un poco muy excitada y la respiración de Arón era muy intensa.
-"Qué haces con esto?" le dijó Arón, a María mientras le quitaba el tanga.
Ella no pudo contestar, estaba mordiendose los labios, Arón le empezó a dar besos en el cuello, y María le cojió la polla y empezó a masturbarle, era de un tamaño bastante grande, unos 18 o 19cm. Arón meteria la mano entre el cristal y su vagina, y empezaría a tocarle, sin llegar a meter los dedos, solo masajeando el clítoris. Sacó la mano, se chupó y escupió los dedos, y volvió abajo, esta vez si los metió. María chillaba ahogada de placer y Arón hacía lo mismo, hasta que decidieron salir de la ducha, ninguno de los dos habían acabado, pero se secaron y fueron a la cama, mientras Arón se secaba, María ya seca estaba en su cama, muy grande, de alrededor de 3m x 2,5m lo esperó disimulando que leía un libro, con su enorme culo hacia arriba. Arón salió silenciosamente del baño, pero María lo escuchó, y río, Arón la escuchó reir y se apresuro a ponerse encima de ella, pero se giró rapidamente y le puso sus pequeños pies en el pecho, fue bajando y sobre 1 o 2 minutos le pajeó con los pies, mientras Arón buscaba en el cajón de la mesita de noche un cinturón.
le quitó los pies de ahí, y le abrió las piernas, dejó el cinturón en la cama, con su cabeza entre las largas piernas de María y muy excitado escupió en su vagina y empezó a succionar su clitoris, esto a María le gustaba mas que que le penetrasen y se nitaba mucho en su forma de gemir, prácticamente gritaba, María la rodeaba el cuello con el citurón mientras le rogaba que no parase. Pero al final se detuvo, María estaba sudando. Le volvió a dar la vuelta y cogió él el cinturón, le envolvió el cuello con él, y se medio tumbó encima suya, puesto ya encima de ella, empezó a follarla, los dos gritaban muchísimo y María fue la primera en correrse, parecía incluso que lloraba mientras tenía el orgasmo. Arón estaba casi igual que ella y la puso mirando hacia la parte de los pies de la cama, donde en su cara le esperaba su enorme pene, se lo introdució en la boca y en pocos minutos se corrió dentro.
-"Me puedo quedar a dormir?, te preparo mañana el desayuno a cambio." Le preguntó María.
A lo que Arón, muy contento, respondió que si.