Centro de adaptacion y reproduccion.

6

Me cubrí cuando una asistente se acercó. Llevaba unos vestidos trasparentes que nos entregó. Nos dijo que nos vistiéramos antes de que descubriéramos lo malo que eran los implantes eléctricos en nuestras costillas.

- Pero... pero... - Quería decir que quería ir a casa, pero deseaba que me devolvieran mi cuerpo.

Ella dijo mirando una carpeta buscando mi nombre,

-Escucha, Natalia - Ese no era mi nombre real. Era el nombre de mi madre - He venido aquí a explicarles alguna de las cosas que sin duda estarán interesadas en saber. ¿Van a comportarse, o me voy?

Asentimos con la cabeza.

- No existe nadie en el mundo que tenga la capacidad de hacer lo que les hemos hecho. Las demás alteraciones implican modificación de la conducta, mediante alteraciones cerebrales. Pueden tener arranques de violencia cosa que no les recomiendo por implantes que les han puesto en las costillas y el cerebro. Pronto empezará su formación no todo pueden hacerlo los médicos. Le enseñarán a cuidarte y a mostrarse bellas. - Después me dijo a mí. - Natalia no luches contra tu destino.

- ¿Pero porque me dice Natalia?

- Ese ha sido un requerimiento de los padres de ustedes que los han bautizados con esos nombres que mantendrán toda la vida. Acepten las cosas chicas el gobierno las necesita.

Me sentía superado totalmente. Me veía estúpido con ese delgado cuerpo de mujer tan desequilibrado, vestido tan sólo con ese vestido sexy sin saber qué hacer ni a donde ir. La asistente siguió hablando.

- Piensan que no les puedo ayudar en nada. Que todo es injusto y se sienten desesperadas. ¿Saben por qué sé que piensan así? Porque yo he pasado por lo mismo. Hace dos años yo era... un varón. - Entonces mi mirada cambió a incredulidad. -¿Por qué no me crees? – Me dijo especialmente a mí. ¿Acaso tú pareces un hombre? Claro que te faltan los detalles de belleza que toda mujer debe conocer.

- Yo quiero volver a ser quien era no esta porqueria.

-Natalia no hables así. Eres bellísima. Te convirtieron en un ser hermoso.

-Entonces lo que yo diga no importa. Yo no tengo derecho a nada Yo soy una persona tengo sentimientos.

- Eso ya lo sé. Pero te acostumbraras y serás feliz.

- ¡Así! ¿Y cómo se supone que voy a ser feliz? ¿Qué van a hacer? Me van a drogar. Yo antes era muy feliz.

- Pero vas a ser feliz. Veras que con el tiempo tú también te acostumbras y te sientes agradecida por lo que ha hecho el gobierno contigo. No me lo hagan mal difícil. Vamos así les enseño las instalaciones.

No me importaba nada. "Nunca lo aceptare". Pensé. "Nunca".