El Último Día de Draco Malfoy

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Disclaimer: Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling

El Último Día de Draco Malfoy

Draco Malfoy se levantó esa mañana, después de horas de insomnio, de darse vuelta tras vuelta sobre su cama, después de estar extrañamente nervioso toda la noche.

El día acompañaba, un cielo gris, completamente tapado con nubes cargadas de lluvia. Una fría brisa movía las copas de los árboles, y hacía que el susurro de las hojas fuera permanente.

Todo había pasado tan rápido…

Siete años de su vida, los mejores, tantas discusiones a mitad de pasillo, descuento de puntos a los gryffindors, abuso de poder, insultos, sarcasmos, admiradoras… Siete años repletos de distintas situaciones que nunca había valorado, y ahora que llegaban a su fin, que extrañaba como si la vida se le fuera en ello.

Calzó sus pantuflas verdes de cabello de unicornio, suaves y mullidas como siempre. Caminó con su vaivén de hombros, tan característico en él, directo hacia el baño; comenzó su rutina de cada día, ducharse con agua prácticamente congelada, no importaba si fuese invierno o primavera, el agua helada hasta el tope. Lavó su rubio cabello, con sus productos de marca que hacían que cada día reluciera más.

Eligió su uniforme, limpio y estirado, como cada mañana. El último de sus uniformes, el último que vestiría. Finalmente comenzó con la tarea de peinarse el cabello hasta dejarlo pulcramente ordenado hacia atrás.

Salió del baño, echó una mirada al cuarto, Crabbe y Goyle roncaban sonoramente, con las bocas muy abiertas y con todas las frazadas desordenadas. Zabini tenía medio cuerpo colgando por el lado derecho de la cama, mientras que Nott dormía tranquilamente dándole la espalda.

Una ceja se alzó sobre su gris ojo. Había algunas cosas que no extrañaría tanto. Crabbe, Goyle y Zabini eran un trío de idiotas buenos para nada. Nott era el más inteligente de los Slytherin de séptimo, en casi todas las materias lograba superar a Malfoy, y por algún extraño motivo, Malfoy lo miraba como a un igual.

Salió de la habitación, dando paso a su tan cómoda sala común, los muebles majestuosos, sofisticados, en sus tonos preferidos, verde y plateado en todo su esplendor.

La contempló por varios segundos, tal vez minutos, intentando grabarse hasta el último de los detalles.

Finalmente una sensación de vacío comenzaba a llenarlo, pero lo acreditó a que la noche anterior no había cenado y en ese momento moría de hambre.

Un último vistazo a la sala, y salió.

Caminaba por los pasillos intentando encontrar detalles que tal vez nunca había visto, mirando en los rincones, observando cada armadura, cada antorcha a su paso.

¿Lo extrañaría?

La respuesta llegó con un sabor amargo a su garganta.

Llegó al Hall, esperando no ver a nadie, tomando en cuenta que recién había amanecido y que la noche anterior todos se habían acostado tarde en sus "despedidas", pero una chica de pie en el centro del Hall llamó su atención.

Una sonrisa torcida se dibujó en su rostro.

Ella, la objeto de sus burlas, insultos y descalificativos. Ella, que provocaba enfrentamientos entre Potter, Weasley y él. Ella, que siempre lo superaba en todas las materias. Ella, que lograba fastidiarlo con su hiperactiva participación en clases, y sus manos alzadas cada tres segundos.

Ella. Hermione Granger.

El eco de sus pasos en el piso de mármol hizo que la castaña se volteara.

El Último Día de Draco Malfoy [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora