Estar sentado por tanto tiempo empezó a incomodarle, soltó un suspiro ahogado, había perdido la noción del tiempo pero pudo calcular que llevaba, unas dos Horas en aquella taberna no sabía con exactitud si sus cálculos estaban correctos. Pero tampoco era como si le interesará. Le volvió a dar un trago a su cerveza y con fuerza total se paso aquel líquido. Sintiendo su sabor; espeso y agrio.
Se sentía incómodo, todos parecían tener la mirada sobre el intentando descifrar sus movimientos, listo para irse coloco el dinero en la barra para pagar y se levantó. Para salir de aquel sitio e inconscientemente soltó un suspiro de alivio.
Sentía como algo en sus ropas empezaba a moverse, supo de inmediato que era una llamada de su Hermano, sacó el teléfono de entre sus ropas listo para contestar aquella llamada.
-¿Aioria dónde estás?-Escuchó desde la otra línea, sonaba preocupado.
-Perdón Aioros, es que me quedé en el parque-Gran mentira pero era eso o el gran sermón que le daría, por tomar cuando claramente era menor de edad. Pudo oír como daba un suspiro gracias a dios que funcionó.
-Okey, pero por favor vuelve a casa.-Le contestó con un simple "Si" para colgar, y dirigirse a casa.
Pero sin querer el Heleno chocó con alguien se levantó y se disculpó. Levantó su mirada apenado y se dió cuenta que con quién chocó. Era un chico pelirrojo de ojos color magenta, y por lo que pudo notar; Francés. Se le quedó mirándo fijamente y pareció incomodarlo.
-Mnh... Disculpa-Habló con serenidad, eso pareció encantarle así mismo-Podrías dejar de mirarme.-Se puso rojo de la vergüenza, y solo atinó a decir un vago «Perdón».
El solo asintió, ya dispuesto a irse pudo oír como aquel desconocido le llamaba.
-Disculpa, si no es molestia me podrías decir dónde podría hospedarme?-Asentió. Pero en dado momento le preguntó su Nombre respondiendo le con un simple «Camus...Camus Martin».
-Un gusto, Camus -Un susurro fue colo salió, viendo como aquel francés se alejaba luego de decirle dónde hospedarse, esperaba poder volver a verlo pero la vida le dirá cuándo.-
Sin más Aioria empezó a caminar, para llegar a su casa donde tendría que preparar una buena excusa, para no recibir un sermón por parte de su Hermano Aioros. Solo la larga noche fue testigo de aquel encuentro entre ellos dos. Y parecía que el destino tenía planeado el volverse a ver.
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Dark Horse.
FanfictionCómo un caballo oscuro corría, su mirada fría pero con destellos rojos como la sangre, y sus largos cabellos que se mecian con el compas del aire. Una imagen hermosa para todos si no fuera por qué sus manos estaban manchadas de sangre. De personas a...